La Junta hará una apuesta sólida y unificada por la innovación en los próximos cinco años y destinará una única orden de ayudas dirigida a todos los agentes del sistema andaluz de conocimiento. La atractiva prima asciende a 1.000 millones de euros y beneficiará a investigadores y tecnólogos hasta 2013.
La investigación al servicio de la innovación es el mejor camino a seguir hacia un futuro prometedor y de progreso, pero también es el mejor reflejo del nivel de desarrollo que alcanzan las distintas regiones. En las sociedades de este joven siglo, en la que se convive con múltiples y aceleradas transformaciones económicas, políticas, sociológicas y tecnológicas, no hay tiempo que perder y, por ello, la Junta se ha puesto más que nunca las pilas en lo que al apoyo a la investigación se refiere.
Aunque los retos y competencias están a la orden del día, lo cierto es que la región andaluza cuenta con un buen reparto para interpretar esta densa película en la que la innovación constante y el avance científico son los actores principales. La ciencia tiene ya muchos años de vida a sus espaldas pero ahora parece estar más viva que nunca. O al menos más activa, ya que los resultados científicos son transmitidos y aplicados con mayor rapidez y el trabajo de los investigadores se convierte en la columna que vertebra el bienestar de una realidad cada vez más avanzada pero también más compleja.
En un mundo en el que la competitividad está a la orden del día, las Administraciones no pueden dormirse en los laureles y, tomando buena nota de ello, la Consejería de Innovación ha impulsado un nuevo paquete de incentivos que unificará todos los proyectos de apoyo a los agentes que forman el sistema andaluz del conocimiento y los alineará en una batalla común, la del progreso infinito.
Así, la nueva macroorden, que entrará en vigor en las próximas semanas y contará con una dotación económica de más de 1.000 millones de euros hasta 2013, pretende potenciar la actividad de los grupos de investigación y desarrollo tecnológico de las Universidades públicas y organismos de investigación; los parques científicos y tecnológicos y parques de innovación empresarial; los centros tecnológicos; y, en definitiva, todos los agentes del conocimiento tecnológicos acreditados en Andalucía.
La Consejería dispondrá en breve de una única cartera de presupuestos para los diferentes proyectos de excelencia e investigación, las actividades científicas y de perfeccionamiento y la formación de personal investigador, así como para las infraestructuras y los gastos de funcionamiento del sistema.
Los investigadores y tecnólogos no podrán quejarse de esta novedosa partida que supondrá la apuesta más ambiciosa de apoyo a la investigación y el desarrollo realizada en Andalucía y ofrecerá una cobertura económica para sus proyectos que, en el año 2008, superará los 143 millones de euros, cifra que multiplicará por siete la inversión de hace cuatro años.
El acento, en los jóvenes. Esta iniciativa también hará diana en lo que al grupo de beneficiarios de las ayudas se refiere. Basándose en una eficiente perspectiva de futuro, la Junta mimará especialmente la carrera de quienes serán los grandes administradores de la región en el mañana: los jóvenes. En la macroorden se dará prioridad a nuevos investigadores en las primeras fases de su formación y, para ello, está prevista la realización de 300 contratos por año, con lo que en el período de vigencia serán 1.800 los profesionales que se incorporen a la experimentación.
Asimismo, se garantizarán cuatro años de contrato y la desaparición de la beca final de investigación con la entrada del Espacio Europeo de Educación Superior, estableciendo como novedad la posibilidad de que el cuarto año pueda realizarse en el exterior. También se ampliará hasta 12 meses la opción de estancias en el exterior para complementar la formación de los jóvenes talentos.
