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La Junta aprueba un Presupuesto volcado en el empleo y con más recortes

Griñán anuncia 370 millones para luchar contra el paro y un aumento en becas y pensiones, pero no aclara dónde utilizarán la tijera.

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Una cola de parados ante las oficinas de empleo de la Junta de Andalucía.

El Gobierno andaluz tiene previsto aprobar este miércoles el quinto Presupuesto de la crisis y el primero elaborado al cien por cien con Izquierda Unida, socios en la Junta. Las cuentas serán más pesimistas que las del Gobierno del PP y que las del anterior ejercicio. Hace un año, la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, presentó un presupuesto que confiaba en la recuperación y crecía tras dos años de retrocesos. Aquellos pronósticos, íntimamente relacionados con el hecho de que las elecciones andaluzas estaban a la vuelta de la esquina, han sido corregidos y se presentó un plan de reequilibrio que descontó unos 2.800 millones de euros. La cifra final en 2012 rondó los 30.000 millones de euros, dato al que se acercará en 2013.

El consejero de Economía, Antonio Ávila, ha asegurado que las previsiones macroeconómicas serán más negativas que las proyectadas por el Gobierno de la Nación por una cuestión de "credibilidad". El también responsable de Empleo avaló que la economía andaluza seguirá en 2013 en recesión y auguró una contracción del PIB que podría llegar hasta el 1,3%. Además, se seguirá destruyendo empleo y engordando la fatídica tasa de paro, en el 35,42%.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, anunció ayer que el Presupuesto consignará 370 millones de euros para programas de empleo. En Canal Sur Radio, Griñán especificó que 177 millones irán a un plan de choque, 45 millones a la rehabilitación de viviendas y 10 millones de euros a programas por la movilidad sostenible en las ciudades. 78,5 millones irán al empleo agrario. Se aprobará un plan social con 60 millones, destinado a parados de largas duración y víctimas de violencia de género. La Junta promete ayudas para unas 400.000 familias sin ingresos.

Andalucía va a cargar su Presupuesto de gestos políticos frente a los Presupuestos Generales del Estado. Mientras que el Gobierno de Rajoy no ha despejado si revalorizará las pensiones, las cuentas andaluzas subirán un 2% el complemento a las no contributivas y asistenciales. Las becas subirán un 7% -según el presidente- hasta alcanzar los 200 millones de euros. No se sabe qué ocurrirá con la partida dedicada a educación, que en 2012 se pronosticó que crecería un 2,5% (hasta los 7.615 millones), si bien los posteriores recortes han obligado a despedir a 4.500 interinos.

Esos son los mensajes políticos: un presupuesto en negativo pero volcado en el empleo y que blinda la educación y la protección de los más débiles. Al margen de la literatura, la duda es saber dónde se cometerán los recortes ineludibles para poder cumplir con una reducción del déficit público al 0,7% al cierre del próximo ejercicio, tal y como exige el Gobierno y suscribió Andalucía en la Conferencia de Presidentes. En 2012, el compromiso es no desbordar un déficit del 1,5% y se desconoce si Andalucía cumplirá o se desviará y tendrá que hacer más recortes. Lo que está claro es que para cumplir el compromiso de 2013, que aprieta a las comunidades hasta obligarlas a reducir su déficit a la mitad, Andalucía debe acometer duras restricciones. El foco está en el sector público. La consejera de Hacienda ha admitido que se reducirá la transferencia a empresas públicas, que este año alcanzó los 3.321 millones de euros. Serán estas empresas las que deciden si acometen despidos o rebajas salariales. Éste es uno de los puntos que ha generado más tensión entre PSOE e IU, ya que los socios de izquierda rechazan los despidos y defienden acabar con los altos cargos fruto de "la red clientelar" socialista.

La Junta además, tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno central, agotará su techo máximo de endeudamiento, que se situará alrededor del 15% del PIB. Ya el pasado año se disparó la deuda pública y los intereses se comieron 2.229 millones de euros, la cuarta partida más voluminosa tras sanidad, educación, protección social y agricultura. Pese al empeño de IU, los socialistas han descartado nuevos impuestos, como el propuesto a las grandes superficies o legislar un recargo en el IBI de las viviendas vacías.

Otro de los nudos gordianos serán las inversiones. La obra pública es la gran sacrificada. Para aliviar los recortes la Junta ha venido acudiendo a la cofinanciación público-privada sin grandes resultados. La actual consejera de Fomento, de IU, ha descartado esa fórmula. Ya en este ejercicio, las inversiones eran tan raquíticas que por vez primera se eludieron las cifras provincializadas.

La dirección de IU se reunió ayer en su ejecutiva y bendijo el Presupuesto de 2013 a excepción de los tres votos de la CUT.

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