La Junta aún no ha culminado la reestructuración de su personal -se cerrará el próximo martes- para adaptarlo al nuevo organigrama del Gobierno andaluz, que prescinde de dos consejerías, pero calcula que conllevará la reducción como mínimo de otro 5% de altos cargos. Este porcentaje simbólico será "muy similar" al que recortó el presidente andaluz, José Antonio Griñán, cuando llegó a la Casa Rosa hace un año. Entonces había una gran expectativa porque una de las promesas más ambiciosas del jefe del Ejecutivo era la de adelgazar la administración, pero se suprimieron sólo 17 puestos directivos -las dos vicepresidencias, 14 direcciones generales y una secretaría general- de los más de 300 que hay, lo que se tradujo en un escaso ahorro de 1,3 millones.
La eliminación de dos departamentos (Justicia y Vivienda) ha obligado ha reorganizar todo el gabinete y tendrá un reflejo exacto en las provincias, aseguró la consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Mar Moreno, que se estrenó ayer en el cargo. Dejó claro que desaparecerán dos delegaciones por provincia, en total 16, una cifra que ya igualaría al recorte de altos cargos del año pasado. El consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, manifestó el miércoles que pretendía seguir contando con los delegados salientes, pero Moreno aclaró a los periodistas que en todo caso sólo podrían figurar como "servicios de apoyos".
Aunque Moreno defendió que la reducción del 10% de altos cargos desde el inicio de la legislatura es una cifra "muy importante" en un momento de austeridad del gasto público, lo cierto es que la medida es más ejemplar que otra cosa. La partida del Presupuesto de 2010 destinada a personal (que incluye altos cargos, trabajadores eventuales y funcionarios) supera los diez mil millones de euros. Y el grueso del gasto de personal se concentra en las empresas públicas, que no se tocaron en el anterior tijeretazo y que tampoco está previsto ahora. Sobre las empresas públicas, que el PP tiene en su punto de mira, la portavoz aseguró que la Consejería de Hacienda y Administración Pública trabajará en mejorar el sector público andaluz, tal y como ha mandado hacer Griñán.
Coincidió con el presidente en que la reducción de cargos no se rige tanto por la austeridad y como por la eficacia de la Junta, que debe adecuarse a las necesidades de cada momento.
nombramientos. Moreno volvió a justificar el segundo cambio de Gobierno en un año en que se ha pasado de un Ejecutivo "de choque contra la crisis" a otro que tiene como principal encargo avivar la iniciativa privada, ya que hasta ahora ha sido el "músculo público" el que ha servido de "escudo" contra la recesión. Frente a las críticas del PP, respondió que Andalucía tiene una administración "bien dimensionada" para ser la comunidad más poblada y que aquí cada consejería atiende a 638.000 habitantes, mientras que en La Rioja presta servicio a 32.000 personas.
Los primeros nombramientos y ceses se llevaron ayer al Consejo de Gobierno. Luis Nieto, hasta ahora secretario general técnico de Economía y hombre de la confianza de Griñán que sonó para la ejecutiva del PSOE-A, será el viceconsejero de Economía, Innovación y Ciencia. El número dos de Vivienda, Justo Mañas, pasa a ser viceconsejero de Empleo. De este puesto sale Agustín Barberá, que fue el que entregó a la Fiscalía las grabaciones de Mercasevilla y que ha sido citado a declarar por este caso. La oficina del portavoz dará un mayor servicio a todas las consejerías.
