Economía

La Junta crea un registro para vigilar las dehesas del ibérico

La Consejería de Agricultura ha creado un registro para identificar las dehesas donde se engordan los cerdos ibéricos cuyas producciones se comercializan bajo las categorías de bellota y recebo. El objetivo, reforzar los controles frente al fraude. Los ganaderos tienen mes y medio para declarar sus explotaciones. Foto: Paco Cazalla.

el 15 sep 2009 / 10:32 h.

La Consejería de Agricultura ha creado un registro para identificar las dehesas donde se engordan los cerdos ibéricos cuyas producciones se comercializan bajo las categorías de bellota y recebo. El objetivo, reforzar los controles frente al fraude. Los ganaderos tienen mes y medio para declarar sus explotaciones.

Todos los ganaderos andaluces de porcino ibérico que vayan a destinarlo a la producción de jamones de bellota o recebo (su alimentación mezcla los frutos de encinas y alcornoques con los piensos) deberán comunicar a la Consejería de Agricultura y Pesca antes del 1 de octubre dónde se ubican las dehesas donde pastan los cerdos, y de éstas, que no se muevan.

Se trata de una iniciativa más dentro del reforzado control emprendido por las administraciones para luchar contra el fraude en el ibérico -que se cierne sobre todo sobre los jamones y paletas catalogados de bellota aunque el animal no la haya olido en su vida- y al amparo de la reformada Norma de Calidad para este sector, aprobada por el Gobierno central y que restringe las categorías "de bellota" y "recebo" única y exclusivamente a los cerdos criados en las dehesas.

La información que suministre el ganadero se verterá sobre el Sistema de Información Geográfica de Identificación de Parcelas Agrícolas -el conocido en el argot agrario como Sigpac, una amplísima base de datos con las coordenadas de todas las parcelas del campo andaluz, que incluye extensión, cultivos, etcétera-. Éste, que en su día fue concebido para vigilar que la concesión de las ayudas agrarias comunitarias se hacía con rigor y cuyo contenido puede consultarse en la web de la Consejería, volcará las explotaciones y recintos "que puedan ser utilizados en el engorde de animales destinados a derivados cárnicos que vayan a ser comercializados con las menciones de bellota y de recebo", según explicaron fuentes del departamento dirigido por Martín Soler.

En este sentido, ¿qué cabe entender por parcela de engorde? La legislación establece que será aquella en la que "al menos en uno de sus recintos tenga asignado en el Sigpac el uso de pasto arbustivo, pasto arbolado, pastizal o tierra arable y la densidad media de la superficie arbolada de esta explotación sea de, al menos, diez quercus por hectárea". En suma, una dehesa, con un mínimo de diez encinas o alcornoques por hectárea.

Si el Sigpac actual no recoge esos recintos como dehesa apta para el ibérico, el propietario tendrá que adjuntar en su declaración un informe elaborado "por una entidad de inspección acreditada de la Norma de Calidad [aquellas reconocidas para decir, por ejemplo, esta ganadería es de ibérico y tal otra, no], un ingeniero agrónomo, de montes, forestal y técnico agrícola, un biólogo o un veterinario". Son las posibilidades que permite la Consejería de Agricultura.

El plazo para presentar las declaraciones arrancó el pasado jueves y se prolongará hasta el 1 de octubre. Éstas se cotejarán la información ya presente en el Sigpac y se gestará una base de datos provisional, que no será definitiva hasta que las entidades de inspección acreditadas para la Norma de Calidad "verifiquen sobre el terreno que se cumplen los requisitos para que las parcelas se consideren aptas". Es decir, una doble labor de vigilancia, sobre el papel e in situ.

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