La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía hizo ayer lo que ha tardado una semana en comunicar: la destitución de la bailaora y coreógrafa Cristina Hoyos como directora del Ballet Flamenco de Andalucía.
El consejero Paulino Plata se limitó, en Radio Sevilla, a repetir que ahora la compañía queda en manos de un grupo de asesores y justificó de nuevo por la crisis la salida de la coreógrafa, al tiempo que su gabinete mandaba una nota en la que se le agradecía a la coreógrafa los servicios prestados.
De una forma elocuente, desde Cultura se reconoce y alaba su labor por cuanto "ha supuesto una enorme proyección internacional del flamenco". Y es que si en algo ha brillado a gran altura los siete años que Hoyos ha permanecido en el cargo ha sido, aun con sus polémicas, por su repercusión internacional. Era anunciar fuera de España "el Ballet de Hoyos" y se le abrían puertas para otros si no cerradas, más difíciles de franquear. Como ejemplo, baste recordar que no hace mucho fue premiada en China y que ha hecho de Japón y su mercado tan ahíto de flamenco casi su segunda casa.
En su nota de prensa, Cultura elogia también su contribución a "la formación y desarrollo profesional de su elenco de bailaores y bailarines, y la excelente calidad de las coreografías llevadas a cabo por el Ballet Flamenco de Andalucía".
Igualmente, se acredita lo ya expuesto por este periódico ayer : que fue en una reunión mantenida la semana pasada entre Hoyos y Plata cuando éste le dio carta de oficialidad a la destitución anunciada desde finales del pasado año en prensa, cuando se supo que Cultura estaba pensando en transformar radicalmente el modelo del Ballet tal cual lo desarrollaba Hoyos.
Ayer se produjo además un entuerto. También en declaraciones a Radio Sevilla, Cristina Hoyos dio a entender que su salida -y la de su marido- del Ballet suponía el inicio del desmantelamiento del grupo. Rápidamente, Cultura estuvo al quite para precisar en la referida nota que la salida de Hoyos "en ningún caso supone que desde el departamento de Cultura se haya cuestionado la continuidad del Ballet Flamenco de Andalucía". Pero es cierto que o lo certifican pronto con hechos o darán pábulo a una impresión que gana peso día a día.
Descabezado el Ballet, es de suponer que se dé luz verde a la vuelta a un modelo menos personalista y más colegiado, y por supuesto teledirigido desde la Agencia del Flamenco, algo que hasta ahora no pasaba porque Hoyos impuso en su día, y se le concedió, plenos poderes para permanecer cual cantón independiente pero mantenida con los recursos públicos.
Hace no poco se presentó el consejo de expertos del que se ha rodeado Cultura para repensar y redirigir el presente y futuro del Ballet, que bien podría cambiar de denominación volviendo a denominarse Compañía Andaluza de Danza, como se llamó en sus inicios. Pero desde Cultura no se transmite seguridad en el modelo ya se han disparado las especulaciones.
Las quinielas están del lado de que no habrá un solo director, por mucho que cobre menos que Hoyos, sino que será ese consejo de expertos el que recibirá propuestas de montajes y, en función de si les ven potencial, se realizarán con un cuerpo de baile que, en este caso, tampoco tendría por qué ser estable. En este sentido sí que le darían la razón a Hoyos cuando dice que la compañía se va a desmantelar.
