No había pasado ni días desde que tomara posesión como delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla cuando Javier Fernández marcó su impronta: los dirigentes provinciales no podían estar encerrados en sus despachos y tenían la obligación de "patearse cada rincón de la provincia". Esa premisa no era la de asistir a una inauguración o una primera piedra -eso ya se hacía-, sino acudir al lugar para, simplemente, atender las demandas ciudadanas.
Esa declaración de intenciones tomará fuerza el martes cuando la comisión provincial de coordinación, en la que están todos los delegados de la Junta en Sevilla, se reúna no en su sede de la Plaza de la Contratación, sino en Olivares.
La visita no pretende ser fugaz ni exclusiva para el alcalde, sino que ocupará toda la mañana. Los seis delegados acudirán a Olivares en una furgoneta a primera hora de la mañana y, tras saludar al pleno, celebrarán la coordinación ordinaria en el Consistorio y mantendrán seguidamente una reunión con el equipo de gobierno para contemplar las "dos o tres peticiones" que ya había trasladado a la Junta de Andalucía.
Una vez finiquitado lo que se entendería como el plano más institucional, será el momento en el que cada delegado desempeñe sus labores en el municipio. Es decir, cada uno en función de sus competencias. En el caso concreto de Olivares, habrá una reunión con los empresarios locales para ver posibles vías de salida de sus negocios; otra con la Hermandad del Rocío para conocer cómo se desarrolló el camino este año para encontrar posibilidades de mejoras de cara al peregrinaje de 2013; y hasta con los organizadores del Mercado Barroco, que están preocupados en la búsqueda de líneas de financiación para mantener un evento que ya acumula diez ediciones y con éxito de asistencia.
El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Javier Fernández, está convencido de que ése es el camino a seguir para saber qué es lo que demanda realmente el ciudadano. "La administración tiene que ver con sus propios ojos lo que pasa en los pueblos y, a partir de ahí, intentar aportar soluciones", concretó Fernández, que se decantó primero por este municipio del Aljarafe "porque había solicitado reuniones con varios delegados".
Esta operación se repetirá por lo menos "una vez al mes" y en un destino diferente. De hecho, cuentan con al menos siete peticiones que solicitan que la Junta de Andalucía se desplace por un día a su municipio. La mayoría no son precisamente del Aljarafe, como es el caso Olivares, sino de pueblos más alejados de la capital, caso de los situados en la Sierra Sur o la Sierra Norte. "El que está a cien kilómetros de Sevilla tiene más dificultades para hacer gestiones en persona", manifestó el delegado del Gobierno de la Junta, haciendo mención no precisamente al alcalde de turno, sino a los colectivos sociales, vecinales y empresariales que quieran tener una toma de contacto con los dirigentes autonómicos.
Con esta iniciativa, Fernández quiere implantar lo dicho en la primera reunión de la comisión provincial de coordinación, en la que marcó como prioridad que los responsables autonómicos lleguen a "cada rincón de la provincia para territorializar las políticas y así adaptar las soluciones a los problemas de cada lugar y a sus características".
