El Consistorio cedió a Educación un solar para construir un colegio público de Infantil y Primaria en San Bernardo. El nuevo centro se erigirá a cinco minutos del Portaceli y ayudará a aliviar la escolarización de Nervión que, a causa de la demanda insatisfecha del centro católico, ha provocado este año una saturación en los colegios públicos del entorno.
Los terrenos que el Ayuntamiento ha entregado a la Consejería de Educación van a servir para hacer un colegio público de Infantil y Primaria -de al menos 450 plazas- en un distrito donde la demanda de puestos escolares en colegios concertados supera a la de los públicos. En esto tiene mucho que ver el tirón popular del centro católico Portaceli.
La Junta le ha concedido este año la gratuidad de cinco cursos de Infantil y eso ha sacudido el equilibrio de plazas en los colegios de alrededor y en los de la zona vecina. En Bami cayeron tanto las matriculaciones que se tuvieron que cerrar tres aulas por falta de alumnos. El Portaceli, en cambio, mantuvo un excedente de 83 niños sin plaza por la excesiva demanda.
Nervión es la zona escolar de Sevilla con más problemas de escolarización, después del Centro. En el Casco Antiguo se producen desequilibrios insalvables entre la oferta y la demanda porque no hay suficientes colegios para todos ni espacio para construirlos. El problema de Nervión es otro. Aparte de la población escolar censada que vive allí -672 solicitudes por domicilio familiar-, Nervión es el corazón comercial de Sevilla y atrae a muchos trabajadores con sus hijos -218 matrículas por domicilio laboral-.
Con todo, la Junta ha ofertado este año suficientes plazas para cubrir esa previsión: 1.150 puestos escolares. Teóricamente sobraban 120 plazas, y por eso alumnos de otros barrios han podido matricularse en colegios públicos de la zona.
El problema de Nervión no es la falta de plazas, sino la sobredemanda en centros concertados. Los niños de fuera, con 0 puntos, han podido entrar en los colegios públicos de esta zona, mientras que los del barrio, con 10 puntos, se han quedado a las puertas de un colegio católico. Esos chicos, al vivir en Nervión, tenían derecho a una plaza en su zona, y Educación se vio obligada a ampliar dos colegios públicos del entorno: el Ortíz de Zúñiga y el Joaquín Turina, que de repente se vieron saturados con 50 niños más.
Un nuevo colegio público en San Bernardo, cerca de la antigua estación de Cádiz, a cinco minutos del Portaceli ayudará a desbloquear esta situación. Aunque, por el momento, no hay plazos de ejecución fijados.
