Cultura

La Junta negocia el regreso del Festival de Itálica al teatro romano para 2009

El Festival de Itálica, la gran cita con la danza contemporánea propuesta por la Diputación de Sevilla para los meses de julio de los años impares (la próxima edición será en 2009), podrá regresar a sus orígenes? 17 años después. La Junta, que acometerá finalmente las obras en el Teatro Romano, ha iniciado los contactos con la corporación provincial.

el 15 sep 2009 / 08:52 h.

El Festival de Itálica, la gran cita con la danza contemporánea propuesta por la Diputación de Sevilla para los meses de julio de los años impares (la próxima edición será en 2009), podrá regresar a sus orígenes? 17 años después. La Junta, que acometerá finalmente las obras en el Teatro Romano, ha iniciado los contactos con la corporación provincial.

Ha sido un camino largo, tortuoso y complicado, de reuniones con cuentagotas, de buenas voluntades nunca explicitadas en documento alguno, de ediciones consumadas en el exilio (en el Teatro de la Maestranza, en el Patio de la Montería del Alcázar, en plazas nobles de Alcalá de Guadaíra y Tomares), pero por fin el sueño de devolverle al certamen su lugar primigenio se hará realidad. O al menos nunca lo había tenido tan a la mano.

El asunto es como sigue: la directora general de Bienes Culturales de la Junta, Guadalupe Ruiz, se ha reunido con la diputada de Cultura e Identidad de la Diputación, Guillermina Navarro, para trasladarle la voluntad política de Cultura de acometer al fin las obras necesarias en el Teatro Romano de Itálica (enclavado en el mismo Santiponce) para adaptarlo a los requerimientos técnicos, escénicos y de público necesarios para acoger con garantías un evento de este calado. Tal proyecto de obras, que llevaba años en los despachos de Cultura sin poder abordarse por falta de dinero o porque se estimaban otras prioridades, ve así su camino despejado para su desarrollo, lo que permitirá compatibilizar el teatro como monumento abierto al público (hasta no hace mucho sólo era posible admirarlo desde la valla de entrada o durante la única actividad permitida durante estos años, la celebración del Festival de Teatro Grecolatino) con el uso teatral, musical o escénico, pudiendo acoger, una vez listo, toda clase de espectáculos "siempre que sean respetuosos con un entorno tan señalado", puntualiza Ruiz.

El ofrecimiento de la Junta explicitado a la Diputación tiene, no obstante, una contraprestación clara: "Queremos entrar como socios de la Diputación en el Festival de Itálica, ir con ellos de la mano y, por qué no, poder proponerles para la programación la inclusión de nuestro Ballet de Cristina Hoyos o el de Blanca Li", relata la responsable de Bienes Culturales, que como ex directora general de Fomento y Promoción Cultural, conoce a la perfección los recursos dancísticos de la Junta que podrían hallar acomodo en el evento, siempre y cuando lo que se barrunta llegue a buen puerto.

Y de momento todo va bien encaminado. La diputada de Cultura, Guillermina Navarro, confirma que "estamos en disposición de llegar a un acuerdo con la Junta al respecto, sobre todo porque existe un buen entendimiento con ella y porque, además, queremos que el Festival de Itálica regrese a Santiponce en las mejores condiciones posibles después de tantos años"; si bien matiza: "Todavía el acuerdo no es definitivo porque quedan ciertos flecos que cerrar".

Más que flecos, queda por decidir si se asume o no que la Junta sea más que un mero patrocinador, máxime si se tiene en cuenta que la corporación provincial nunca ha tenido socios en este proyecto por su voluntad de mantener no ya su independencia, sino el marchamo de un festival que siempre ha gozado de bastante prestigio, si bien en sus últimas ediciones ha decaído bastante, presupuestariamente hablando.

Regañadientes. De hecho, si al final el presidente Fernando Rodríguez Villalobos diera el visto bueno a la operación sería a regañadientes y probablemente forzado por las circunstancias, es decir, por tener bajo su jurisdicción a una provincia muy extensa y con mucho déficit cultural (pese a que cada vez hay más teatros) en la que difícilmente es explicable la filosofía de que cada dos años un buen pellizco del presupuesto de Cultura tenga que consignarse para una serie de actuaciones de relumbrón pero que apenas tiene eco en la provincia, aunque en las dos últimas ediciones se ha intentado.

Además, el festival está necesitado de un nuevo impulso que le haga recuperar lo que fue, más si cabe ahora que lo que está en juego es hacer honor a su apellido. Y si la Junta es la que tiene la llave y quiere además comprometerse (quién sabe si tanto como lo hace en el Festival de Música y Danza de Granada, que sí mantiene un nivel creciente), quizás sería el momento, como lo está siendo, de plantearse la opción de la coparticipación.

Si en los próximos meses se resuelve este escollo, el Festival de Itálica regresará a Santiponce en julio de 2009. Previamente, Cultura habrá acometido las mejoras pertinentes, que ya cuentan hasta con arquitecto de renombre en el mundo del teatro: Juan Ruesga. Donde no podrá regresar, se ponga como se ponga la Diputación, es al Anfiteatro, donde verdaderamente comenzó su andadura hace ya unas décadas. En este punto Cultura es inflexible en aras de la conservación del monumento. El Teatro Romano, por el contrario, aunque tiene también ciertas limitaciones monumentales que no se pueden obviar, sí presenta unas características más flexibles para la celebración de espectáculos teatrales.

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