Congelar el debate sobre las fusiones de las cajas hasta mayo de 2009. Es lo que reclamó el viernes el Gobierno andaluz que advirtió de que "nadie puede prever" cuál será la situación financiera dentro de siete meses. El objetivo de una gran caja sigue en pie para la Junta, que descarta por alicortas fórmulas como la alianza de cajas castellanas.
El debate lo relanzó el presidente andaluz, Manuel Chaves, hace un par de semanas durante su viaje al Cono Sur. En paralelo a la apuesta de Zapatero por fusiones en la banca ante la crisis. Pero la puja de Chaves por iniciar procesos de integración en el mapa financiero andaluz ha despertado recelos territoriales y ha sido rechazada por Caja Granada y el PSOE de esa provincia. De nuevo el plan de Chaves de ir a una gran caja, incluida en el programa electoral socialista, topa con los localismos mientras que cajas foráneas, como las del País Vasco, sellan su integración.
El vicepresidente segundo del Gobierno y consejero de Economía, José Antonio Griñán, quiso ayer congelar el debate. "Hasta la primavera no se va a producir ningún movimiento", aseguró. Entonces está previsto que Cajasol culmine su fusión.
El vicepresidente emplazó a las cajas: "Hablamos en mayo". "La situación financiera es la que es y de aquí a entonces nadie la puede prever", dijo. El Gobierno cree que los efectos de la crisis puede reconducir el rechazo de las cajas andaluzas a fusiones y que el chaparrón económico puede guiarlas hacia procesos de integración.
"La aguja de marear" del Gobierno, señaló su responsable económico, marca el rumbo hacia una gran caja andaluza. Quien se quiera quedar fuera, "no pasa absolutamente nada". "Hoy día, con la volatilidad de los mercados financieros, hay que empezar a pensar en fórmulas para fortalecer nuestro sector", agregó el consejero.
Griñán descartó importar a Andalucía fórmulas como la que ayer sellaron las seis cajas de Castilla y León. Una alianza contractual que permite a cada entidad mantener su red propia de sucursales y su obra social, pero que crea una marca común para centralizar todas sus operaciones estratégicas.
Para Griñán ese modelo ya está superado en Andalucía después de que las seis cajas se integraran en el Banco Europeo de Finanzas. "Queremos una caja con tamaño, dimensión suficiente para beneficiar al conjunto de los ciudadanos", advirtió. "Está muy bien que haya ocho provincias pero también tiene que existir Andalucía y no merece quedarse atrás de lo que están haciendo otras comunidades".
