La Consejería de Agricultura proyecta instalar en Marruecos, en el entorno del gigantesco puerto de Tánger, una plataforma con empresas alimentarias andaluzas para aprovechar que el nuevo pacto con Europa eliminará los aranceles a la agroindustria y el acuerdo preferencial en comercio que tienen Rabat y EEUU.
Se trata de un proyecto aún embrionario, pero, de salir adelante, servirá para erradicar, de una vez por todas, la imagen de un Marruecos dañino para la agricultura andaluza. En efecto, la Junta de Andalucía, a través de su Consejería de Agricultura y Pesca, ha encargado un estudio (de viabilidad jurídica y económica) para ver las posibilidades de instalar en el país norteafricano una plataforma de empresas agroalimentarias andaluzas tanto para exportar a esta nación vecina como a EEUU.
El consejero de Agricultura y Pesca, Martín Soler, en declaraciones a este periódico en el marco de la parisina feria internacional de alimentación y bebidas SIAL, explicó que las negociaciones entabladas por Rabat con la Unión Europea contemplan que las ventas europeas de la agroindustria (productos transformados, no frescos) puedan entrar libres de aranceles en Marruecos, a cambio, eso sí, de permitir una mayor apertura de los mercados comunitarios a las frutas y hortalizas marroquíes.
No sólo se gana Marruecos para la agroindustria andaluza, sino que las miras van mucho más allá. Soler explica que este país y EEUU tienen un acuerdo preferencial para el comercio, y toda mercancía que cruza el charco hasta Norteamérica va sin contraprestaciones en las aduanas. Por tanto, concebir una plataforma logística en el país vecino que, de la mano de socios locales, acoja a empresas andaluzas, daría carta blanca para llegar con mayores facilidades al estricto mercado estadounidense ¿Y dónde? Complicado responder, dice Soler, pero lo más lógico sería ubicar la plataforma en el entorno del gigantesco puerto de Tánger, ése que le hace competencia directa al de Algeciras.
El consejero, asimismo, resalta que a Marruecos hay que verlo como un aliado, como un país de oportunidades, al tiempo que tranquiliza al campo andaluz respecto a la negociación comercial entre Rabat y Bruselas, que se traducirá, previsiblemente, en más concesiones a la hora de exportar frutas y hortalizas a Europa. En todo caso, argumenta, se respetarán las siete producciones "más sensibles" para nuestra agricultura, entre ellas tomate, naranja y fresa. Ceder habrá que ceder en algo, pero nada que nos vaya a quitar el sueño, sentencia.
El titular de Agricultura, acompañado de la directora general de Extenda, Teresa Sáenz, presentó ayer en SIAL, una de las principales muestras internacionales de alimentación y bebidas, la XXIV edición de Expoagro, el escaparate de la huerta almeriense que se celebrará en Roquetas de Mar la última semana de noviembre. Soler y Sáenz acompañaron a la delegación de empresas andaluzas presentes en París. En concreto, son 73 firmas, de las que 21 proceden de la provincia de Sevilla, que aporta la mayor representación de la comunidad a este escaparate.
En la jornada de ayer de esta muestra, la palabra crisis estaba y no estaba en el ambiente. Tras sondear a los empresarios sevillanos, unos decían que se notaba en una menor afluencia, otros, en cambio, comentaban que el mismo ambiente que hace dos años (la feria es bienal). Eso sí, los contactos, vía entrevistas de trabajo, ya concertados -"dos o tres cada hora", decían en el grupo aceitunero Ángel Camacho- no estaban fallando. SIAL era un hervidero, pasillos llenos, sobre todo por la tarde. Chapó por Italia. Escaparate para entrar por los ojos. Ellos sí que saben vender.
