Los ex ministros de Defensa Federico Trillo y José Bono declararán como testigos en el caso del Yak-42, el avión militar que se estrelló en Turquía en 2003 con 62 tripulantes a bordo. La Audiencia Nacional reactiva de esta manera un caso que fue archivado en junio, pero que la sala de lo penal ordenó el martes seguir investigando.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska citó, además de a los dos ex ministros, a nueve testigos para el 13 y 14 de febrero. Marlaska dio a Trillo y a Bono la posibilidad de prestar declaración por escrito. Bono optó por acudir, mientras que Trillo, ministro de Defensa en la fecha del accidente, prefirió prestar declaración por escrito.
"Aún no he contestado porque no recibí la notificación, pero deseo ayudar a la Justicia a esclarecer todo y no quiero privar a las partes de que puedan preguntarme", explicó Bono. Mientras, Trillo justificó su declaración por escrito porque quiere ser "plenamente riguroso y exhaustivo".
Los testigos que citó el juez fueron solicitados por la Fiscalía y la asociación de familiares de las víctimas del accidente. Entre ellos estaban el ex jefe del Estado Mayor del Ejército, Luis Alejandre Sintes; el ex general jefe del Estado Mayor Conjunto (Emacon) Juan Luis Ibarreta -que en febrero de 2002 había firmado con la agencia de la OTAN llamada Namsa el contrato del avión-; y el máximo responsable del Mando Aéreo de Levante en la fecha del accidente, que acudirán a la Audiencia Nacional el día 13 de febrero.
En esa fecha declararán también Antonio Bendada, que recibió el correo electrónico que le remitió el comandante Ripollés, fallecido en el accidente, denunciando las condiciones del vuelo; y el teniente coronel Javier Marino González.
Un día después acudirán un representante de Chapman Freeborn, la empresa intermediaria en la contratación del avión; el ex presidente de la asociación de familiares, Alfonso Agulló; el ex secretario general de Política de Defensa Javier Jiménez Ugarte; y un perito aeronáutico.
Además, el juez pidió al Ministerio de Defensa información sobre los vuelos realizados a través de Namsa "con indicación de fechas e importes satisfechos, así como de responsable de los mismos" y sobre las actividades de inspección llevadas a cabo. A Namsa, por su parte, le pidió informes sobre los vuelos concertados con Defensa y sobre el proceso de selección y adjudicación de los contratos, y "la totalidad de la documentación obrante" sobre el vuelo siniestrado.
Auto previo. Las diligencias acordadas por Grande-Marlaska responden al auto en el que, el pasado martes, la sala de lo penal de la Audiencia Nacional consideró que el juez se precipitó al archivar la investigación sobre el accidente del Yak-42 en lo referente a la contratación del avión.
En su resolución, el tribunal sostenía que la seguridad del vuelo en el que fallecieron los militares cuando regresaban de Afganistán estaba "seriamente comprometida" por varias carencias que debían ser investigadas para depurar las responsabilidades, ya que "nadie de los obligados a ello" actuó para corregirlas.
