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La llegada del hombre a la Luna cumple 40 años

el 16 sep 2009 / 05:55 h.

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La carrera espacial entre EEUU y Rusia vivió su cénit con la misión Apolo 11. Mañana se cumplen 40 años desde que el 20 de julio de 1969 el comandante Neil Armstrong plantara su huella en la Luna y pronunciara aquella histórica frase: "es un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad".

La arriesgada misión había despegado cuatro días antes. La probabilidad de que el viaje fuera únicamente de ida era del 50%. A pesar del gran desarrollo tecnológico que supuso la carrera espacial, el ordenador de la nave tenía sólo 72K de memoria, una cifra ridícula comparada con cualquier teléfono móvil de hoy. La nave necesitó cuatro días para cargar todo el queroseno que la impulsaría hasta recorrer los 385.000 kilómetros de distancia.

Junto a Armstrong volaban Edwin Aldrin y Michael Collins, aunque este último nunca llegó a pisar la Luna. La operación no fue sencilla. Cuatro días después de despegar y una vez completada la decimotercera órbita lunar y con las comunicaciones con Houston interrumpidas, la pequeña aeronave Eagle tenía que separarse de la matriz, Columbia, para proceder al deseado alunizaje. Una rápida reacción de Armstrong evitó que se produjera junto a un gran cráter con rocas que podría haber ocasionado importantes daños al módulo de alunizaje, y quién sabe, si podría haber impedido la vuelta de los astronautas. La humanidad contenía la respiración mientras seguía la misión por televisión. "Houston, aquí base tranquilidad, el Águila ha alunizado", dijo Armstrong antes de pedir permiso pasa salir al espacio. Necesitaron cinco horas de preparación antes de abrir al fin la compuerta.

Una vez en suelo lunar, los dos astronautas comenzaron a desarrollar las tareas encomendadas: toma de fotografías y de materiales así como la instalación de detectores de partículas y alguna cámara de televisión. Tampoco faltó la bandera de Estados Unidos y un disco con mensajes y saludos en todos los idiomas del mundo. Desde allí también tuvieron tiempo para hablar vía satélite con el presidente Richard Nixon. "Les hablo desde la Casa Blanca y seguramente esta sea la llamada más importante jamás hecha". Tras un paseo lunar de casi tres horas, un descanso de cuatro horas y veinte minutos y unas operaciones de despegue de trece horas, comenzó la vuelta a casa. Cuatro días después los pilotos cayeron en aguas del Pacífico en la cápsula de amerizaje.

La misión Apolo no tuvo en esta expedición su punto y final. Llegó hasta la número 16, aunque la mayoría recuerda la frustración de la que llevó el número 13. "Houston, tenemos un problema".

Para Emilio García, astrofísico del Instituto de Astrofísica de Andalucía, la llegada del hombre a la Luna "tuvo más importancia como hecho simbólico que como científico", dado que "no aportó demasiados datos que no se hubieran podido obtener con misiones no tripuladas". Aún así, el objetivo de EEUU está en llevar un hombre en Marte. Esta operación plantea grandes problemas. "El viaje son dos años, uno de ida y otro de vuelta". Mientras, el astronauta Pedro Duque consideró, en declaraciones a Europa Press, que aún "falta mucho" por explorar en la Luna aunque los objetivos se centrarán ahora en nuevos planetas, "y el centro de todas las miradas no puede ser otro que Marte". Aún así, destacó el "importante desarrollo tecnológico" que supuso el reto de pisar la Luna por vez primera. "Nunca antes se había pensado en miniaturizar los ordenadores o que había que desarrollar aleaciones más sólidas que después se han empleado en todos los aparatos tecnológicos que usamos a diario".

Hoy, 40 años después y tras la última visita, la Nasa ha vuelto a poner sus ojos en la Luna.

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