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La madre de todas las tanganas

Los sucesos del Sevilla-Osasuna del pasado sábado traerán cola. Servirán para enardecer aún más la rivalidad entre los dos equipos y puede que para que Ziganda y Adriano reciban alguna sanción. Reproches, por ambas partes, hay para todos los gustos.

el 14 sep 2009 / 23:18 h.

Los sucesos del Sevilla-Osasuna del pasado sábado traerán cola. Servirán para enardecer aún más la rivalidad entre los dos equipos y puede que para que Ziganda y Adriano reciban alguna sanción. Reproches, por ambas partes, hay para todos los gustos.

Iturralde detonó la caja de los truenos con la señalización del penalti en el minuto 90, pero el encuentro del pasado sábado en el Sánchez Pizjuán tiene muchos más matices, y casi todos reprobables. La historia de los últimos minutos comienza con una agresión de Poulsen a Miguel Flaño en el área nervionense, respuesta de una del osasunista al danés, de las mismas características, en la primera parte del encuentro. Es entonces cuando el meta Ricardo, al ver a su compañero en el suelo, tira la pelota fuera de banda para que sea atendido. En este punto entra Maresca, que saca y no devuelve la pelota. Cabe introducir en este punto un pequeño matiz. Jiménez ya ha advertido en alguna ocasión que no es partidario de que su equipo tire la pelota fuera con los contrarios en el suelo. Claro que una cosa es tirarla fuera y otra devolverla al equipo contrario.

Responsabilidad de maresca

El jugador italiano decidió poner la pelota en juego a favor del Sevilla al mismo tiempo que Miguel Flaño se levantaba tras el golpe de Poulsen. Maresca reconoce además tras el encuentro que lo hizo por decisión propia. "Lo he hecho bajo mi responsabilidad porque consideraba que los jugadores de Osasuna estaban perdiendo demasiado tiempo", explicó el centrocampista. El caso es que la jugada terminó en la acción en la que Iturralde González pita el penalti. La reacción de los rojillos es protestarle tanto al árbitro como a Maresca.

La reacción de ziganda

Los sucesos no habían hecho más que comenzar. Cuando Iturralde González pita el final del partido José Ángel Ziganda, entrenador de Osasuna, cruza el área técnica para dirigirse al delegado del Sevilla, Cristóbal Soria, al que insulta -ninguno de los afectados ha querido confirmar públicamente la magnitud de estos insultos- y lo agrede, hecho que recoge el acta redactada por Iturralde a la conclusión del partido: "El asistente número dos me comunica que el entrenador de Osasuna, José Ángel Ziganda Lakunza, agarra por el cuello al delegado del Sevilla FC, Cristóbal Soria Ruiz, zarandeándole". Por cierto, que el acta del encuentro, habitualmente publicada por la RFEF en su página web, no fue ayer hecha pública.

Adriano y azpilicueta. Instantes después de la agresión del entrenador navarro, entre la tangana formada en las cercanías de los vestuarios, Azpilicueta empuja a Soria, a lo que responde Adriano echándole agua con una botella. Este hecho también es recogido por el acta de Iturralde. En el documento federativo el vasco resalta el hecho y la reacción de los presentes, no habla de ninguna otra agresión, aunque sí de la intervención de las fuerzas de seguridad, ya que el segundo entrenador rojillo, Andoni Goikoetxea, se dirigió a Adriano. Finalmente, Ziganda acudió al vestuario arbitral con la intención de atenuar su falta con disculpas, pero ante la tesitura surgida, Iturralde no lo quiso recibir.

ziganda pide disculpas. En la tarde de ayer, Ziganda pidió disculpas por su actitud, al tiempo que desmintió la gravedad de sus insultos: "Me equivoqué, perdí los nervios y pido perdón. Debí contar hasta diez, no haber saltado al campo y actuar como con Iturralde. Siento mucho lo que pasó después. Lo que no voy a hacer es aceptar mentiras y que se mienta con cosas tan graves. Eso es ir hacer daño con calumnias".

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