El ex rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Florencio, recibió ayer la Medalla de la Real Maestranza de Caballería en reconocimiento a su "magnífica gestión" en el Rectorado durante los últimos 12 años en los que "ha mantenido una fructífera relación con este Real Cuerpo", según consta en el acuerdo de la Junta de gobierno de la Maestranza.
El profesor Miguel Florencio Lora, catedrático de Matemática aplicada en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de la Hispalense recogió ayer un galardón en reconocimiento a su carrera al frente de la universidad más veterana de Andalucía. La Hispalense informó que la Medalla del Real Cuerpo de la Maestranza de Caballería consiste una obra del escultor Miguel Ortiz Berrocal y es la primera que el homenajeado ha recogido de las tres distinciones que le han concedido en las últimas semanas. La Real Maestranza de Caballería es una institución de la antigua nobleza sevillana que surgió en el siglo XVII, y es la responsable de haber construido el actual coso taurino.
Desde que abandonó su cargo, el ex rector de la Universidad de Sevilla ha sido distinguido con la Medalla de la Ciudad de Sevilla y con la Medalla de la Universidad de Sevilla por su trayectoria como rector de la Institución. Florencio Lora ha desempeñado el cargo de rector durante tres mandatos consecutivos, durante los que ha dirigido a la Universidad de Sevilla "por el camino de la excelencia y la calidad, siendo hoy en día una Institución referente en España", según un comunicado que emitió ayer la propia Hispalense.
Florencio abandonó el cargo de rector hace menos de un mes. Antes de hacerlo, se barajó la posibilidad de que volviese a presentarse a rector, aunque él mismo terminó autodescartándose porque los estatutos de la Universidad de Sevilla le impedían renovar después de tres mandatos consecutivos. Fue vicerrector de ordenación académica antes que que rector, cargo al que llega en 1996 y que abandona en el primer trimestre del presente año.
Después de que Florencio convocara las elecciones a rector se abrió un pulso entre dos corrientes dentro de la universidad: una continuista, encabezada por Joaquín Luque, miembro del equipo de Florencio, y otra que pretendía darle un vuelco a la concepción de la Hispalense, representada por el catedrático Manuel Lozano Leyva. Al final, Luque se convertiría en el nuevo rector.
