La empresa Ditecsa se encuentra desde hace un par de meses acometiendo el desmontaje de la azucarera en torno a la que surgió el barrio de San José a las orillas del río Guadalquivir. Y renacerá junto al río Nilo. Unos 220 trabajadores se están encargando de embalar y clasificar las piezas. Hace más de una semana que salen de la fábrica diariamente entre ocho y 10 camiones cargados de mercancía. Portan 40.000 kilogramos cada uno.
Todos los equipos desmontados se dirigen hacia el Puerto de Sevilla para que una vez que esté listo el primer embarque, que se prevé para mediados de este mes, zarpe con destino a Alejandría, donde se instalará la industria. Del mismo modo, para el traslado de las piezas de mayores dimensiones, como son las estructuras de la fábrica, los cristalizadores, difusores y reactores, entre otras, es necesario utilizar una plataforma especial, que tiene una altura de 7,5 metros y 6,5 metros de anchura.
Debido a sus características, fue necesario acondicionar el trayecto que va desde La Rinconada hasta el puerto, suspendiendo las líneas de alta tensión, el suministro eléctrico y telefónico y toda la señalítica, por motivos de seguridad. Paralelamente, para no entorpecer la vida diaria de los ciudadanos, estos portes se efectuarán de noche y escoltados por agentes de la Guardia Civil.
Hasta febrero de 2010 partirán un total de cinco barcos con destino a Egipto y será cuando en las instalaciones de la antigua azucarera sólo quede el desmantelamiento del edificio que tendrá que estar finalizado para el verano. Y La Rinconada dirá adiós a uno de sus emblemas.
