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La metamorfosis del Betis con Víctor

El Betis es otro con Víctor Fernández. Puede que no esté tan cerca del ascenso como antes, pero la mejoría en casi todos los aspectos es evidente.

el 01 mar 2010 / 21:43 h.

Víctor Fernández piensa mientras sus jugadores estiran.
La victoria en Cartagena, en el partido más esperado y seguramente temido de la temporada, ha cambiado la cara, la mente y la moral al Betis y a los béticos, que ahora contemplan con otra mirada las dieciséis jornadas que quedan para el final. Un triunfo no garantiza nada, pero sí hace que se pueda hablar ya de la metamorfosis de un equipo que, con razones y números en la mano, es otro desde que pasó a ser dirigido por Víctor Fernández.

CINCO JORNADAS SIN PERDER. Víctor lleva cinco jornadas con el Betis y aún no ha perdido. Su mandato coincide con la segunda vuelta y el balance es de dos victorias y tres empates. Ya ha igualado la mejor serie de Antonio Tapia sin perder, además con los mismos resultados. El anterior técnico la logró entre las jornadas 3ª y 7ª (3-0 al Recreativo, 1-3 en Albacete, 0-0 contra el Cartagena, 2-2 en Vallecas y 1-1 ante el Real Unión) y el actual, entre la 22ª y la 26ª (0-1 en Córdoba, 1-1 frente al Hércules, 1-1 en Huelva, 0-0 ante el Albacete y 1-2 en Cartagena). El mérito extra es que tres de esos cinco encuentros han sido fuera de Heliópolis; en la otra racha fueron mayoría los partidos en casa.

MEJOR QUE MUCHOS, PERO TODAVÍA PEOR QUE CON TAPIA. En la clasificación de la segunda vuelta, el Betis de Víctor sería cuarto. El mejor es el Levante (11 puntos), seguido del Cartagena y el Murcia (10). El equipo verdiblanco estaría empatado a 9 puntos con otro modesto que viene de abajo a arriba, el Huesca de Doblas. Víctor, eso sí, ya consigue más puntos que la mayoría de sus rivales directos: tres más que la Real Sociedad, uno más que el Numancia, cinco más que el Nástic...

De todos modos, el maño aún lleva menos puntos que Tapia. En las cinco primeras jornadas de Liga, el cordobés logró 10 de 15; en las mismas jornadas de la segunda vuelta, el aragonés ha hecho 9. De hecho, sigue teniendo el ascenso un punto más lejos que cuando llegó.

AL FIN ANTE UN RIVAL DIRECTO. La filosofía que Víctor ha inculcado en su equipo remarca el espíritu ofensivo y la búsqueda de los partidos desde el principio. Y así ha roto por fin uno de sus tabúes: los partidos contra los rivales directos. Las derrotas fuera de casa ante el Hércules (3-2), la Real (2-0), el Numancia (3-0) o el Levante (1-0) y los empates en casa ante el Hércules (1-1) y el Cartagena (0-0) marcaban una barrera que el domingo desapareció. Un precedente importante, porque la Real, el Numancia y el Levante han de pasar por Sevilla.

LA GRAN MEJORÍA ES EN... ¡DEFENSA! Quizás parezca una paradoja, pero tiene su lógica. El Betis tan ofensivo que propone Víctor marca menos goles que el Betis defensivo de Tapia. El de ahora lleva un gol exacto por jornada y el anterior promediaba 1,3. Pero buscar el área contraria sí ha permitido que Goitia viva más tranquilo. Si tú tienes el balón, tu enemigo no lo tiene. El Betis de Víctor no encaja ni un tanto por jornada (tres en cinco partidos, igual a 0,6 de media); el de Tapia recibía más de uno (23 en 21 encuentros, igual a 1,1). El promedio se ha reducido casi a la mitad.

LOS INTANGIBLES: EL JUEGO, LA CONFIANZA... Aparte de los números, fríos e interpretables, quedan las sensaciones, y en ellas sí que gana por goleada el Betis de Víctor. Cada vez juega mejor y durante más minutos y ha vuelto a ganarse el respeto de la categoría. Los futbolistas suben en confianza y la afición, también. Este Betis es otro. Si hasta Víctor parece otro distinto al de su anterior etapa en Heliópolis...

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