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La metamorfosis del hotel Alfonso XIII

Se instalará un spa, un nuevo restaurante y un bar americano.

el 29 may 2011 / 20:53 h.

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Un detalle de la fachada de este impresionante edificio.

El Hotel Alfonso XIII cierra mañana sus puertas para acometer una remodelación que mantendrá vacío el edificio hasta el 29 de junio de 2012. El objetivo es dotar al establecimiento hotelero más insigne de la ciudad de un spa y de un nuevo restaurante, siendo además recuperado el bar americano que funcionaba en las primeras épocas del establecimiento, allá en la segunda década del siglo XX.

Con un presupuesto que puede superar los 20 millones de euros, los responsables del hotel -la cadena Starwood Hotels & Resorts - están convencidos de que esta costosa reforma situará al hotel en un lugar de absoluta preferencia en el marco nacional. Sin embargo, no será esta la única ocasión en la que el Alfonso XIII ha echado el cierre con el objetivo indisimulado de convertirse en un templo del lujo y el buen vivir aún más fastuoso.

En 1976, 48 años después de su apertura, se dio comienzo a la reforma más amplia que se ha hecho hasta el momento. La inversión inicial que planteó la compañía fue de 200 millones, que, debido a los imprevistos que se fueron encontrando con el transcurso de las obras, alcanzó una cifra final de más de 300 millones de las antiguas pesetas. Estas obras consistieron en una remodelación de las instalaciones interiores, tanto en habitaciones como en servicios comunes, además de la inyección de resina y hormigón en diversas partes del edificio que se encontraban en mal estado. Se mantuvo el artesonado de escayola, los azulejos, la chimenea de caoba o la escalera central. Además se añadieron comodidades como los paneles para el control del aire acondicionado e hilo musical.

Otro momento importante llegaría en los albores de la Exposición Universal de 1992. De cara a estar en perfecto estado de revista para tal evento, en el Alfonso XIII se realizaron unas obras leves de mejora. En este año se repintó la fachada y se introdujeron pequeñas modificaciones que no precisaron que el hotel fuera cerrado para realizarlas. Las obras costaron más de 1.800 millones de pesetas (11 millones de euros), cifra que, vista en comparación, resulta casi más costosa de la que se va a invertir ahora. Será extraño pensar que, durante un año, en los pasillos y en las habitaciones del hotel que domina la Puerta Jerez no habitarán más que los trabajadores movilizados para dar aún más esplendor al histórico edificio.

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