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La mitad de los municipios de la Gran Sevilla sufre riesgo de riadas

Más de la mitad de la poblaciones que están integradas en la Gran Sevilla, 24 de 46, corren peligro de sufrir inundaciones en alguna o varias zonas de su término en caso de intensas lluvias. En concreto, según la Agencia Andaluza del Agua, en el área metropolitana hay 73 puntos conflictivos.

el 14 sep 2009 / 23:53 h.

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Más de la mitad de la poblaciones que están integradas en la Gran Sevilla, 24 de 46, corren peligro de sufrir inundaciones en alguna o varias zonas de su término en caso de intensas lluvias. En concreto, según la Agencia Andaluza del Agua, en el área metropolitana hay 73 puntos conflictivos.

Aunque el número de espacios que están en riesgo de padecer una inundación pueda parecer muy elevado, la cifra queda bastante alejada de las provincias más problemáticas como son Almería, con 272 puntos, Granada (269) y Málaga (189).

Además, aunque el número de zonas pueda parecer muy elevado, el grado de riesgo no es igual en todos. Así, según la Agencia Andaluza del Agua, seis están considerados de riesgo A (los que revisten una mayor gravedad y los que urgen medidas más inmediatas); ocho tienen riesgo B; 14, C; y dos, D.

Actualmente, las diferentes administraciones competentes en erradicar estas zonas conflictivas: la Administración central y la autonómica han ejecutado ya actuaciones o están en distintas fases de actuación en 19 municipios.

Así en Camas, ya se han realizado los estudios previos de inundaciones de los arroyos Caño Ronco, Montijo y Guadalquivir, para resolver su problema porque es el municipio con más puntos de riesgo tipo A de la provincia de Sevilla.

Otros municipios con riesgo son Brenes, Gines y Umbrete donde se están elaborando los informes para determinar la gravedad de los puntos de riesgo que tienen, puesto que cuando se elaboró el Plan de Prevención Contra Avenidas e Inundaciones en Cauces Urbanos de Andalucía (PCAI) se encontraban en proceso de recalificación para su inclusión.

Además se está actuando en alguna medida en La Rinconada, Sevilla capital, Almensilla, Dos Hermanas, Gines, Espartinas, Aznalcázar, Benacazón Coria del Río, Los Palacios y Villafranca, Umbrete, El Viso del Alcor y Mairena del Alcor.

Las inversiones que se están llevando a cabo en estos espacios rondan los 50 millones de euros. De todos modos y a pesar de que se está trabajando para evitar situaciones como las vividas el año pasado en Utrera y Alcalá de Guadaíra desde la Agencia Andaluza del Agua se es consciente de que hay que insistir en la vigencia de las medidas preventivas orientadas a evitar la ocupación de los terrenos susceptibles de poder inundarse.

En la provincia de Sevilla las causas más comunes de las riadas se deben a que hay poblaciones que están situadas en laderas y ocupan el desagüe natural de las aguas, ya que cuando se registran precipitaciones torrenciales los husillos se obstruyen y el agua circula por las calles a alta velocidad lo que provoca que se arrastre material sólido. También es un problema el crecimiento de población que ha tendido a ocupar las zonas llanas más cercanas a los ríos, por lo que cuando se producen avenidas en estos cauces provocan la inundación de las zonas más bajas de los núcleos, algo muy generalizado en el valle del Guadalquivir. Asimismo, se ha identificado un importante número de municipios que presentan una red de drenaje insuficiente tanto en el trazado como en capacidad y que carecen de una red de pluviales potente que permite que puedan producirse inundaciones en los núcleos urbanos.

Finalmente, otra causa de las avenidas en la provincia de Sevilla y que está muy extendida es la falta de capacidad de las obras de paso que atraviesen los cauces fluviales, que generan importantes zonas de remanso que ocasiona problemas de inundaciones.

Para ello, desde la Administración autonómica se apuesta por limitar los usos de los suelos que se puedan anegar de forma que el planeamiento territorial y urbanístico contemple dichos espacios como terrenos no urbanizables de especial protección, dejando los mismos para usos compatibles con las inundaciones.

Asimismo, desde la Junta se insiste en la reposición de los cauces que han sido ocupados de forma ilegal a su estado natural y la restauración hidrológico-forestal en las cabeceras de la cuenca e informar de las zonas de riesgo, entre otras accionesa realizar para evitar situaciones de emergencia.

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