La presentación ayer de los resultados del parque tecnológico Cartuja 93 subraya el fortalecimiento de la tecnópolis sevillana pese a que la crisis también se ha empezado a percibir en la facturación de las empresas con domicilio social en la isla de la Cartuja. En 2008, las 344 compañías del parque ingresaron 2.200 millones de euros que suponen un 1,7% menos de lo percibido en el curso anterior. Hay por tanto una curva descendente, pero no es grave y se comprende por el desplome económico general. Ya se verá si la caída se acentúa en las cuentas de este año 2009, pero en cualquier caso no empaña la trayectoria general del parque de estos últimos años. Después de tantos lamentos por la supuesta infrautilización de un recinto que debía llenarse de batas blancas, Cartuja 93 presenta los rasgos propios de un parque ya maduro y consolidado. Un tercio de su espacio se dedica a actividades científicas y casi un 80% del dinero que factura proviene del sector de las tecnologías avanzadas. Cartuja 93 está inmersa además en la planificación de su futuro a medio y largo plazo, pero antes debería resolver una asignatura que se ha enquistado con crudeza: su grave problema de movilidad. Lo reconocía ayer el propio presidente de la sociedad gestora del parque, Isaías Pérez Saldaña. cuando anunciaba su propuesta de implantar el sentido único en dos avenidas de la isla y la zona azul en otra más y reclamaba también una conexión del futuro Cercanías desde Puerta Triana hasta la parada de la línea 1 del Metro en Blas Infante. La petición es poco caprichosa y más bien habría que entenderla como un serio aviso ante los graves problemas de movilidad que sufre un parque con aspecto de estar saturado por los coches. La oferta de transporte público sigue siendo escasa y no compite con el vehículo privado. Ha llegado por tanto el momento de abordar una mejora sustancial de las comunicaciones de la Cartuja con el resto de la ciudad. Las Administraciones tienen ahora la palabra.
