El símbolo de Italia e ingrediente indispensable en toda pizza, la mozzarella, puede dejar de importarse después de que se hayan descubierto altos niveles de dioxinas en algunos lotes de este producto. La importación no ha sido suspendida todavía por ningún país, excepto Corea del Sur, pero algunas estados, como es el caso de Japón, ya han aumentado el control en la importación de este queso. Por su parte, el subsecretario del Ministerio de Sanidad de Italia, Gian Paolo Patta, anunció ayer que enviará a la Comisión Europea en las próximas 48 horas un informe sobre la presencia de dioxina en el queso mozzarella con el fin de frenar la alarma surgida en los mercados internacionales.
Estas reacciones llegan una semana después de que la Policía italiana abriera una investigación sobre la presencia excesiva de dioxina en bolsas de mozzarella, en función de los resultados de controles sanitarios efectuados en Campania (sur de Italia). Los agentes están tratando de individualizar la responsabilidad de las empresas productoras, que habrían omitido los controles alimentarios previstos por la ley antes de que la mozzarella salga al mercado. El origen del problema está en los campos donde pastan las búfalas y con cuya leche se confecciona este queso típico italiano.
Tal y como se ha denunciado en numerosas ocasiones, la mafia napolitana, la Camorra, utiliza los campos de la zona para eliminar residuos tóxicos, lo que origina la paulatina contaminación tanto de la tierra como de las plantas y los animales que se alimentan en ellas. Otra hipotésis sobre esta toxicidad en la mozzarella apunta a que la contaminación puede venir de la larga huelga que mantiene el servicio de recogida de basuras en esta zona de Italia. Las autoridades del país están muy preocupadas al respecto ya que de extenderse el temor al mercado internacional se perdería una importante fuente de ingresos para el país, ya que más del 16% de la producción de este queso se dedica a la exportación.
