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La mujer de Las Cabezas de San Juan murió de un martillazo en la cabeza

Una mujer de 72 años, C.F.L., falleció en la madrugada de ayer tras ser golpeada con un martillo grande en la cabeza, según la Guardia Civil, cuando dos individuos entraron a robar en su casa. Poco después fue detenido como supuesto autor del crimen un vecino de la misma calle y, posteriormente, un segundo individuo.

el 16 sep 2009 / 04:56 h.

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Una mujer de 72 años, C.F.L., falleció en la madrugada de ayer tras ser golpeada con un martillo grande en la cabeza, según la Guardia Civil, cuando dos individuos entraron a robar en su casa. Poco después fue detenido como supuesto autor del crimen un vecino de la misma calle y, posteriormente, un segundo individuo.

Sólo 25 pasos separan la casa de la víctima de la de uno de sus presuntos agresores, los que distan entre los números 16 y 22 de la calle Jilguero de Las Cabezas de San Juan. Las dos viviendas se encontraban ayer precintadas tras la inspección llevada a cabo por la Policía Local y la Guardia Civil.

La mujer era una víctima fácil: vivía sola y esperaban encontrarla dormida cuando entraron en la casa poco antes de las 3.00 horas. Pero no fue así. No se sabe si porque se despertó al escuchar ruido o porque estuviera viendo la televisión, lo cierto es que cuando los vecinos escucharon el ruido y se acercaron hasta la casa, la mujer yacía en su cama.

Los propios vecinos pudieron comprobarlo antes incluso de que, al ser alertado uno de sus hijos, éste abriera la puerta. "Varios estuvieron llamando a la puerta, y como no abría ni se escuchaba ruido, levantaron la persiana y la vieron tumbada en la cama", relató ayer Lucía, una vecina de la misma calle. Los primeros que llegaron fueron su hijo mayor y la pequeña. "Tenía siete hijos, dos varones y cinco hembras y, aunque la mujer estaba sola en su casa, ellas nunca la dejaban", agregó Paqui, quien pese a que no vive en la calle conocía bien a la víctima. "Venían cada día a hacerle las cosas de la casa, comían con ella, sobre todo la pequeña, por la que sentía pasión, y se quedaba a dormir muchas noches", prosiguió.

Las vecinas -cuatro charlaban ayer a la sombra a pocos metros del lugar del suceso- coincidieron en señalar que la mujer "era muy buena" persona. "Siempre decía que sus hijas eran muy jóvenes y que no quería molestarlas, que tenían que tener intimidad con sus parejas y en sus familias, por eso prefería volverse siempre a dormir a su casa", comentaron.

Como es normal, los hijos de C.F.L. "están destrozados, y más al saber que había sido el vecino", apuntó Lucía. Y es que tanto la víctima como su presunto agresor llevan toda la vida viviendo en la calle Jilguero: "Ella lo había visto nacer y tenía muy buena relación con sus padres".

Pese a que el alcalde, Francisco Toajas (PSOE), afirmó que uno de los detenidos -fueron identificados como F.J.D.G., de 34 años, y J.Ch. R., de 37, uno de ellos residente en la misma calle y el otro a pocos metros- tenía un perfil "conflictivo, aunque no era una persona que estuviese a menudo detenido, ni nada", las vecinas que se encontraban ayer cerca del lugar de los hechos insistieron en que "no se metía con nadie ni tenía relación con nadie, ni siquiera con sus hermanos, desde que murió el padre".

El alcalde resaltó la consternación que se vive en el pueblo, pero "también con la tranquilidad de que menos de una hora después de que se produjera el suceso la Policía Local y la Guardia Civil los detuvieran".

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