La explosión se escuchó en diez kilómetros a la redonda: cinco de las diez bombas que guardaba en su casa el presidente de la CNT en Montellano estallaron al calentar su madre café en la hornilla. Fue el 16 de mayo de 1932 y aquello abortó el levantamiento anarquista. Fue la Noche de las Bombas.
Ahora, 76 años después, el escritor Juan Antonio Moreno recuerda en la obra Ilusiones frustradas. Montellano 1932 aquel incidente y su telón de fondo de los alzamientos obreros y libertarios. El libro supone el colofón a ocho años de investigaciones.
La historia transcurre en el clima social agitado y tenso previo a la huelga general del 19 de mayo de 1932. Esa jornada dio pie al levantamiento que los anarquistas de la CNT tenían preparado para el implantar el comunismo libertario el 29 de mayo de 1932. Pero el trágico suceso desencadenado en la casa del anarquista que por aquel entonces era presidente de la CNT en Montellano, Ildefonso Jiménez, cambiaría el rumbo del levantamiento provocando una onda expansiva que retumbó en todo el país.
Entre las diversas hipótesis que se barajan sobre cómo se desencadenó la conocida como Noche de las Bombas, la más apoyada es la de que el anarquista guardaba en su casa una decena de bombas, listas para hacerlas explosionar durante el levantamiento. Éstas estarían apiladas en la cocina de la vivienda junto a un anafe. La brutal explosión, "que se escuchó en 10 kilómetros a la redonda", se desencadenó cuando la madre del anarquista calentaba café en la hornilla, "saltando una chispa y haciendo explosionar cinco de los 10 artefactos", según relata el libro. El suceso se cobró la vida de la mujer y produjo numerosas heridas a los familiares que se encontraban en la casa.
Como consecuencia de la explosión, numerosas autoridades y vecinos se agolparon en la vivienda. La Guardia Civil comenzó sus pesquisas descubriendo hasta 200 arsenales más repartidos por toda la provincia, listos para ser utilizados en el levantamiento a favor del comunismo libertario.
Tradición. Para la elaboración del libro, su autor se ha servido de los recuerdos de los vecinos aquella convulsa noche. En palabras del autor, "no es exclusivamente un libro de historia", sino que en sus páginas se muestra la desilusión de una gran masa de campesinos que vieron cómo tras la proclamación de la II República no mejoraban sus dramáticas condiciones de vida y no encontraban soluciones a su precaria situación laboral.
La elaboración del libro le ha supuesto ante todo "una experiencia vital inolvidable", al recurrir a fuentes orales. Las más de 30 entrevistas realizadas y el arduo proceso de investigación le han permitido conocer a "gente normal", con sus preocupaciones y sus sinsabores. Éstos son los protagonistas de la historia, "el anarquista de a pie, lejano a los equipos dirigentes y que, muchas veces, reinterpretó la ideología radical de los activistas adaptándola a sus propias necesidades vitales y al día a día en el campo.
El historiador resalta "el gran valor pedagógico del libro", que pretende hacer ver "otra parte de la memoria histórica que no esté centrada exclusivamente en la Guerra Civil". La publicación, editada con la colaboración de la Diputación de Sevilla, pretende "fomentar el conocimiento del pasado de la provincia, para entender el presente y proyectar un futuro mejor intentando evitar errores cometidos".
