Más de 300 trabajadores ocuparán el nuevo edificio de la empresa pública del agua, Emasesa, que se está construyendo junto a la sede antigua, en Carretera Amarilla. Las obras están "muy avanzadas" y el traslado del personal está previsto para final de año.
Los equipos responsables de las redes de abastecimiento y saneamiento de la empresa metropolitana de aguas de Sevilla (Emasesa) en el polígono de Carretera Amarilla se mudarán antes de que finalice el año a una parcela anexa a la que ahora ocupan, donde se desarrollan las obras del nuevo edificio.
El proyecto de esta sede, donde trabajarán más de 300 empleados, incluye la reforma del ya existente y su conexión con el nuevo, "de modo que puedan crearse economías de escala que permitan, mejorando la eficiencia del trabajo y la rapidez de respuesta en las intervenciones, disminuir el costo de mantenimiento que suponen dos edificios distantes". El servicio público del personal de abastecimiento que atiende a Sevilla capital y otras 11 poblaciones también se verá beneficiado de esta nueva estructura, según un comunicado de Emasesa.
La empresa responsable de los trabajos realiza un seguimiento semanal de las obras y cree que la nueva sede estará en funcionamiento este mismo año.
El nuevo edificio tiene un presupuesto de ocho millones de euros y se ha diseñado respetando los condicionantes de simplicidad y la flexibilidad en los espacios, adaptándolo a las normas de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas. En el plan de obras está implícita la reurbanización del entorno de Carretera Amarilla. Será un inmueble moderno, con una fachada de acero inexorable y el interior diseñado totalmente modular, mediante mamparas desmontables.
El nuevo centro de trabajo contará con una cubierta solar fotovoltáica y con un aparcamiento subterráneo con una capacidad para 36 vehículos industriales ligeros y 99 turismos.
El consejero delegado de Emasesa metropolitana, Manuel Marchena, visitó ayer las instalaciones para conocer al personal y el ritmo de trabajo de las obras. De los 300 trabajadores que se mudarán al nuevo edificio, muchos trabajan ahora en la parcela adjunta, pero otros serán trasladados desde el polígono industrial de Store, donde se encuentra otro edificio dedicado a la conservación de las redes, y que se les había quedado pequeño.
