Obra de Pereñíguez en la exposición.
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo presenta la exposición Lo Otro. Una exposición de artes aplicadas de José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977). El artista, que entre otros méritos y premios obtuvo en 2006 la prestigiosa Beca Velázquez del Ministerio de Cultura, presenta en el CAAC su primera exposición individual en un museo. En la muestra se pueden contemplar alrededor de 40 obras entre dibujos, conjuntos escultóricos y un proyecto específico realizado para las salas del Monasterio de la Cartuja.
Durante la presentación de la muestra, el director del CAAC, Juan Antonio Alvarez Reyes, manifestó ayer que es un proyecto específico encargado para las salas del monasterio, un proyecto que no está exento de ironía. La obra de Pereñíguez tiene siempre una enorme base en la reflexión sobre algún aspecto, en este caso literario, elegido por el artista, que de esta manera transporta su interpretación a lo visual. En esta exposición Pereñíguez reflexiona, a través de claves literarias, sobre aquello que nos aventaja en barbarie o en refinamiento. También sobre la nostalgia del oficio. Sobre la geometría como instrumento de análisis y sometimiento de la realidad. Y, acaso, sobre el trabajo manual, preciso y exigente hasta el exceso, como forma de asumir un destino.
El artista parte de varias reflexiones sobre las obra Tadjí Murat de Tolstoi, recreando en imágenes algunas palabras que no tienen traducción al castellano y tampoco representan imágenes en una reconstrucción de palabras extranjeras. Ha realizado rompecabezas con esas imágenes que conforman figuras paisajísticas.
En otra sala ha realizado una serie de minuciosas estructuras de madera, en instalación escultórica, basándose en la filosofía de trabajo de tres arquitectos: Adolf Loos, Heinrich Tessenow y Meter Behrens, que plantean una distancia sobre la interferencia entre el dibujo, y objeto y la artesanía y el maquinismo. Yo me fijo en el trabajo de figuras que reflexionaron sobre el arte y las artesanías antes de que existiera la Bauhaus, pero que surgen también en Alemania, manifestó ayer el propio Pereñíguez.
Como ejemplo, ha realizado una enorme mesa de estampación, con varios soportes que se pueden manipular, sobre el logo que el arquitecto Meter Behrens realizó para la empresa AEG y que estuvo en vigor de 1908 a 1909. En otra gran instalación reflexiona sobre las obsesiones de Adolf Loos que creía que el arte sólo era posible para la tumba y el monumento, el resto era construcción.
El juego irónico de esta exposición de Pereñíguez radica fundamentalmente en que ninguno de los temas de la muestra son de la propia cultura, sino de culturas lejanas o creadas en lugares donde la cultura se alinea con la élite. Nosotros no somos ni tan civilizados, ni tan bárbaros, ni tan pintorescos, así que podemos permitirnos esta visión desde la ironía, más que otras civilizaciones con culturas más determinadas, dijo ayer el artista
La muestra se enmarca dentro de la Sesión Expositiva Más allá de figura, y estará abierta al público hasta el próximo 23 de febrero de 2014. La obra de Pereñíguez coincide en tiempo y en espacio en el CAACcon la exposición Plato combinado que recientemente inauguró Miki Leal. La mirada inoportuna, de Sylvia Sleigh;y Souvenir de la vida, de Guillermo Pérez Villalta, completan la actual oferta del centro hasta bien entrado el invierno.
