Lo que mal empieza... termina mal. Es la frase que mejor resume la historia del centro cívico de San Jerónimo, un proyecto que lleva la friolera de siete años en construcción a la espera de convertirse en un equipamiento para los vecinos del barrio. Ahora después de tres años sin apenas actividad en el tajo ha sufrido un nuevo revés. El Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo aprobó ayer el inicio del expediente de resolución del contrato de reforma de este inmueble anexo al Monasterio de San Jerónimo de Buenavista. El motivo no es otro que "el reiterado incumplimiento de plazos por parte del contratista".
En este sentido, los trabajos, iniciados el 17 de diciembre de 2009, debían haber finalizado dos meses después, es decir, el 16 de febrero de 2010. Pero no ha sido así. Construcciones Vera, la empresa contratista, solicitó un aplazamiento de cuatro semanas "que nuevamente se superó sin que las obras se hubieran retomado", según indicó el gobierno local en una nota de prensa.
Un cese de la actividad que también constatan los vecinos: "Aquello lleva año y medio sin movimiento. Por fin, la Gerencia ha rescindido el contrato. ¡Ya era hora!", exclamó Juan José Conde, presidente de la asociación vecinal Todos Somos Iguales del barrio de San Jerónimo.
A la vista de la situación de "parálisis prolongada", la Gerencia de Urbanismo ha optado por iniciar el expediente de resolución de este contrato para así iniciar los trámites de una nueva contratación que permita, finalmente, la recuperación definitiva de este monumento histórico para destinarlo a centro cívico.
Pero la cosa no queda ahí. La empresa contratista ha mostrado su malestar por esta decisión de Urbanismo, y ha anunciado que agotará todas las vías administrativas, paso previo para poder recurrir a una posible vía judicial, contra el citado expediente de resolución. Ello provocaría un nuevo retraso en la adjudicación de los trabajos del centro cívico a otra empresa.
Y eso que el centro cívico está casi terminado, a la espera de acondicionar la entrada y recepcionar las obras. "Las obras están al 90%, en tres días estarían terminadas", reconoció Conde, que alentó al distrito a retomar los trabajos "cuanto antes" para poner fin a una reivindicación histórica en San Jerónimo que comenzaba el 31 de mayo de 1989 con la aprobación del proyecto en el pleno municipal. Desde entonces los distintos gobiernos se han enfrascado en una cadena de cambios de la empresa ejecutora, por los que se han llegado a fijar hasta tres fechas de finalización de las obras, todas incumplidas sistemáticamente.
Ratas y matojos. Los vecinos aseguran que el edificio está sufriendo el deterioro propio del abandono. "La hierba llega a los dos metros de altura y dentro habrá partes que se están cayendo. Es una pena", confiesa otro portavoz vecinal, Evaristo Troya, quien señala que en la última reunión del Distrito Norte se les informó de que "ni había fecha para el final de las obras ni para su inauguración". A lo que Troya pide que "lo abran ya, cómo esté", pues denuncia que abandono lleva a que en los contenedores de la entrada haya una plaga de ratas.
