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La OBS y Posadas: dos grandes valores

el 11 oct 2011 / 19:01 h.

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Vaya desde aquí la primera felicitación no a los ganadores -que también- si no al jurado. Un jurado, el del Premio Nacional de Música, que en el pasado se ha mostrado algo errático con distinciones más que discutibles pero que ayer, como transido por la gracia divina, acertó en la diana. Dos de dos. La Orquesta Barroca de Sevilla y el compositor Alberto Posadas merecían de largo semejante galardón. Porque ambos, cada uno con su cometido y sus músicas disímiles -la histórica el primero, la contemporánea el segundo- representan mejor que nadie el excelente nivel creativo del que, en materia sonora, goza España.


Otra cosa serán luego las estrecheces. Nunca en la OBS han manejado presupuestos holgados y sus casi 20 años de trayectoria están llenos de frenazos. Ahora recogen algunas nueces. Si fueran franceses o alemanes ya tendrían el oro, pero les tocó ser peninsulares, y de momento, aguardan que el Nacional les permita ser tan valorados en Madrid y Valencia como lo son en Sevilla, Cádiz, París o Lugano. Los mejores especialistas en el repertorio antiguo han querido trabajar con ellos. Pero lo mejor, se han hecho fieles. Algunos por cierto, auténticos titanes en esto de tocar Bach con instrumentos históricos. Y la piara de discos que también les defienden en las estanterías suenan por sí solos. En su ciudad, el PSOE y las cajas de ahorros los vieron nacer y, mal que bien, les dieron cobertura. La sucinta para mantenerse y crecer. Ahora le toca al equipo popular de la nueva delegada de Cultura, Mar Sánchez Estrella, seguir en el empeño. Necesitan una sede -pero una de verdad, no un distrito a trasmano- y una temporada seria y sin bandazos. Anuncian buena sintonía. Veremos en qué queda.

La música del otro vencedor, Alberto Posadas, ni se la oye ni se la espera por aquí. En materia de música de vanguardia esto, con alguna salvedad, es un páramo. Y la música del vallisoletano no viene precisamente domesticada. Hunde sus raíces en la avanzadilla de la modernidad, mira hacia adelante y está en el otro extremo del melodismo regresivo que practican algunos. ¿Servirá el Premio Nacional para que la magnífica Sinfónica de Sevilla interprete una obra de Posadas en la próxima temporada? No. Se está mejor con Brahms. Sigamos en el estanque. Estancados.

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