La ONU sucumbe al bloqueo israelí sobre Gaza. Naciones Unidas se vio obligada a suspender la distribución de ayuda humanitaria a los palestinos debido a la falta de combustible. Y es que Israel priva de carburante a todos, incluidos los camiones que reparten alimentos entre una población hambrienta.
Ni alimentos, ni medicamentos ni la posibilidad de recogida de basura. La falta de combustible para los camiones de la ONU arrebató ayer las necesidades básicas a los palestinos de un plumazo. Es la primera vez que Naciones Unidas se ve obligada a detener sus programas de ayuda humanitaria en Gaza desde que Israel se retiró de la franja en 2005.
Los vehículos de la ONU para la asistencia a los palestinos repartía alimento a 650.000 personas y recogía la basura. Además, gestiona escuelas y otras ayudas que no se interrumpirán, según fuentes de ONU. La causa de la suspensión del reparto se debe a que Israel interrumpió el día 9 el envío de combustible después de que milicianos palestinos mataran a dos civiles israelíes en un ataque en la frontera de Nahal Oz, un punto de entrada de fuel.
El embargo afecta al combustible, aunque Israel negó que eso afecte a las agencias humanitarias y atribuyó la escasez de combustible a que Hamás no lo distribuye. Según Israel, hay un millón de litros de carburante en un paso fronterizo de Gaza, pero "los palestinos se niegan a recogerlo".
La responsable del programa de ayuda a Gaza de la ONU, Angela Kane, culpó al bloqueo israelí del "creciente problema humanitario". Y es que más del 80% del millón y medio de palestinos en Gaza dependen de la ayuda humanitaria, sobre todo de la ONU.
Mientras, el Comisario para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria de la UE, Louis Michel, hizo un llamamiento a Israel para que garantice el suministro de combustible y consideró "inaceptable que la ONU suspenda su misión sólo porque falte combustible".
Caos en Gaza. Hamás exhortó a la población de Gaza a acudir hoy, tras los rezos del mediodía, a los cruces fronterizos con Israel para protestar por el bloqueo. La falta de combustible lleva a muchos palestinos a cambiar el coche por la bicicleta, mientras que los taxistas nutren sus coches con aceite de cocina, que daña el motor y está a 1,8 euros el litro en Gaza.
