"No entiendo lo que hacéis. ¿Qué debate hay sobre mí? Yo no leo la prensa, sólo las noticias del Betis". De esta forma encajó, según los representantes de PSOE e IU, el nuevo Defensor del Ciudadano, José Barranca, la decisión de los tres componentes de la oficina de la oposición -el expresidente Francisco Romo, Yolanda de la Bandera y Juan Antonio Quirós- de abandonar la primera reunión de trabajo en protesta por su designación y por la falta de consenso. Los dos grupos reprochan al alcalde, Juan Ignacio Zoido, haber escogido a una comandante en la reserva que defendió públicamente los planteamientos del teniente general Mena en 2006 -cuando amenazó con que interviniera el Ejército en pleno debate del Estatut- y no haber dado explicaciones sobre sus méritos para el puesto.
La salida de PSOE e IU no supuso sobre el papel la suspensión de los trabajos de la comisión que, de hecho, continuó su reunión ayer. Pero sí la invalida en la práctica. Sólo un grupo de personas designadas por el PP se encargarán de defender los intereses de los ciudadanos precisamente cuando estos reclaman contra la administración, ya que los miembros designados por la oposición no continúan. Esta situación, además, se produce en un órgano que nace con vocación de consenso, que ya se deterioró en el anterior mandato y que se ha roto en este.
"No se puede trabajar así, con un presidente de la comisión que tiene las peticiones de dimisión de PSOE e IU. Se ha roto el consenso y la comisión está herida antes de empezar. No vamos a volver hasta que no haya un acuerdo de los grupos municipales", explicó el representante de IU, Juan Antonio Quirós.
Desde el PSOE, fue el expresidente de la comisión, y miembro de ella casi desde su constitución, Francisco Romo, el encargado de anunciar la salida de su grupo a Barranca. "Lo que ha ocurrido y disolver la comisión es prácticamente lo mismo", advirtió. Romo aseguró que sin el acuerdo de los grupos este organismo no puede funcionar y atribuyó la ruptura del diálogo al nombramiento de Barranca, a la falta de explicaciones sobre su perfil y a que presidencia y vicepresidencia se la quede el PP.
La respuesta del gobierno local llegó tras la reunión de la comisión de quejas. La oficina mantuvo su cita de trabajo, aunque sólo con los miembros nombrados por el gobierno presentes. Resolvió una veintena de expedientes y presumió posteriormente de la efectividad de la reunión. El PP defendió a su Defensor del Ciudadano, pese a las críticas de la oposición y restó importancia al apoyo que éste concedió públicamente al teniente general Mena en 2006.
El propio Barranca respondió a través del comunicado: "PSOE e IU le han dado la espalda a los problemas de los sevillanos al ausentarse de la reunión por cuestiones políticas. No entendemos esta actitud pues los problemas de los sevillanos deben estar por encima de todo. La oficina del defensor siempre estará por encima de los partidos políticos. Yo no soy político, y voy a dejarme la piel en esta nueva tarea". El alcalde mantendrá así al Defensor del Ciudadano en su puesto.
