Cuando Víctor García-Rayo sentenció ayer tarde qiue «el mejor Pharmaton Complex es una torrija», el telespectador terminó de comprender por fin y de una vez que las retransmisiones semanasanteras de El Correo TV no van a ser este año una mera sucesión de imágenes más o menos hermosas ni un ramillete de ditirambos almibarados, sino puro espíritu sevillano, que no tiene nada que ver. Víctor comentaba de ese modo el accidente doméstico que por poco no le cuesta un hueso roto a su compañera en las faenas televisivas Inmaculada Leflet, quien junto a él conforma el tándem periodístico que da la cara literalmente desde el set de las Setas de la Encarnación. Que es como decir desde el futuro, para lo que viene siendo Sevilla.
Desde ese futuro parece que prometedor, García-Rayo y Leflet fueron recibiendo ayer, centralizando y distribuyendo, con más contención que atropellamiento y con más sentido de la gracia que del tópico recurrente, todas las informaciones que, procedentes de los más diversos enclaves de Sevilla y sus barrios Triana, Bellavista, Pino Montano, Padre Pío, Heliópolis y el mismísimo corazón de la ciudad, compusieron la panoplia cofradiera del Viernes de Dolores, desde la hora de la torrija la misma que el director del programa se administraba, por recomendación facultativa, segundos antes de entrar en escena hasta los albores de la madrugada, con la entrada en directo de Pino Montano, último acto de la jornada.
Con la retransmisión de ayer comenzaron más de 120 horas de directo en las que El Correo TVllevará la Semana Santa a todos los hogares. / Pepo Herrera
Solo por la calidad de las cortinillas, esas piezas artísticas a modo de collage cofradiero que separan el programa de los anuncios , ya casi valdría la pena pasarse la Semana Santa sentado ante la tele para ver El Correo TV. Una de esas cortinillas se remata con esta frase: La Pasión no acaba. Ayer, parecía que estuviese diciendo que acababa de comenzar. Y eso fue lo que transmitieron sin tregua los periodistas de la casa desde sus distintos emplazamientos: las Setas, el Ayuntamiento, las entradas y salidas... El mensaje común era que esto por fin está ocurriendo. Y esa emoción tomaba cuerpo en los ya citados, así como en la directora de El Correo TV, Elisabeth Ortega, Eugenia Jiménez, Antonio Viola... y muy especialmente Mario Daza, que tras su paso por la Plaza Nueva y su repaso matinal a la Sevilla precofradiera llegaba a la Encarnación eufórico y ansioso de Semana Santa.
Los tuits llegados a @LaPasiónCTV coincidían, mientras tanto, en un mensaje: gracias. El agradecimiento de quienes por la razón que sea no están en la calle para vivirlo, y lo hacen delante de sus televisores. Mensajes desde Londres, Bruselas, Pensilvania, Motril, Chiclana, Lisboa, Barbastro, Quintanar de la Orden, Yecla... mezclaban casi cómicamente, en ese batiburrillo, destinos lejanos con lugares muy de aquí, demostrando el alcance de las retransmisiones a través vía streaming a través de la web de El Correo de Andalucía, www.elcorreoweb.es. Y Sevilla, claro. «Es la sensación», explicaba Mario, desbordado por su euforia, «de cuando algo está a punto de ocurrir, como si fuese a entrar en ebullición». Que es, justamente, lo que está sucediendo.
