Israelíes y palestinos reanudaron en 2010 la negociación directa con los auspicios de la administración estadounidense pero poco después de su inicio el nuevo proceso de paz se estancaba y a fines de año ponía la marcha atrás. Tras fracasar en el intento de que Israel frenara la expansión de las colonias judías, la condición de los palestinos para el diálogo, la administración estadounidense ha regresado al formato de negociación indirecta, una fórmula que parecía superada.
Largos meses de trabajo con ese formato, en el que los mediadores estadounidenses presentaron a cada parte las posturas de la otra, llevaron al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmud Abás, a sentarse en torno a una misma mesa de negociación. Pero tres semanas después de iniciarse el diálogo a principios de septiembre, Abás suspendía el proceso después de que Netanyahu ordenara que se construyeran de nuevo viviendas en las colonias judías en territorio palestino tras diez meses de moratoria.
Pese a que Estados Unidos le ofreció un importante plan de ayuda política y militar a cambio de que ampliara la moratoria por tres meses, Israel no dio su brazo a torcer y Washington ha optado a principios de diciembre por volver a la negociación indirecta entre las partes.
Además de este varapalo a las negociaciones, en la relaciones entre israelíes y palestinos se vivió otro momento de tensión: el asalto del Ejército israelí a la Flotilla de la Libertad , que portaba ayuda humanitaria a Gaza. En este ataque fallecieron nueve activista y decenas resultaron heridos. El asalto a esta caravana humanitaria formada por seis barcos fue condenado por la comunidad internacional.
