Una cuarta parte de los ingresos municipales provienen de las trasnferencias del Gobierno y de su participación en los tributos estatales. En los cálculos influye el peso de Sevilla en la comunidad autónoma. Éste ha caído cerca de un punto en los últimos cinco años.
Desde el inicio del siglo XXI la comunidad autónoma no ha parado de incorporar nuevos habitantes. Desde 2002, Andalucía ha crecido en cerca de 700.000 nuevos habitantes. Sin embargo, este aumento no ha tenido su reflejo en la capital. En Sevilla se ha producido el fenómeno inverso. El auge de los municipios del área metropolitana ha provocado un descenso paulatino del padrón de habitantes que ha llegado a su punto más bajo en 2007, periodo que recogen los últimos datos publicados del Instituto Nacional de Estadística.
En 2002, el 9,41% de los habitantes de la comunidad autónoma residían en la capital. Este porcentaje no ha parado de disminuir en los últimos ejercicios. Ya ha bajado en cerca de un punto. Sevilla ha perdido desde el año 2003 cerca de 10.000 habitantes, -5.000 entre 2006 y 2007- lo que ha situado su peso demográfico en un 8,67%.
En contraste con la situación de Sevilla otras capitales andaluzas como Málaga o Córdoba han logrado conservar su peso en la población. Ninguna lo ha aumentado. La explicación es que son otros municipios los que están absorbiendo los nuevos residentes. Dos Hermanas es un ejemplo en la provincia de Sevilla y Jerez, el más claro exponente de la provincia de Cádiz.
El peso poblacional de Sevilla tiene un reflejo en los ingresos de las arcas municipales. Una cuarta parte de los presupuestos locales están basados en el capítulo IV, las transferencias corrientes, que en su mayor parte provienen del reparto de la recaudación tributaria del Estado entre las distintas administraciones locales.
Son tres las principales cesiones tributarias del Estado, según recoge la Ley de Haciendas Locales de 2004 para las capitales y las ciudades con más de 75.000 habitantes. El primero, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. El cálculo de las cantidades que se transfieren a la Administración local dependen del número de personas censadas en la ciudad en cuestión que tributen y de la cantidad recaudada.
Los otros dos impuestos que sustententan la economía local son el IVA y los impuestos especiales sobre el alcohol o el tabaco. En ambos casos la asignación a cada capital se calcula con una compleja fórmula que tiene entre sus principales parámetros el peso de la población del municipio en la comunidad autónoma. Si la comunidad crece y la ciudad en cuestión -como es el caso de Sevilla- decrece, los ingresos por este concepto disminuyen.
