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La Policía detecta la introducción de cocaína en España desde San Pablo

Los últimos alijos de droga incautados en el aeropuerto de San Pablo no han sido cuestión de suerte. Desde el verano pasado, la Policía Nacional sigue la pista de una nueva ruta por la que cocaína procedente de Brasil llega a España a través de Lisboa.

el 15 sep 2009 / 02:49 h.

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Los últimos alijos de droga incautados en el aeropuerto de San Pablo no han sido cuestión de suerte. Desde el verano pasado, la Policía Nacional sigue la pista de una nueva ruta por la que cocaína procedente de Brasil llega a España a través de Lisboa. El aeropuerto elegido es el de Sevilla, para tratar de eludir los fuertes controles de Madrid y Barcelona.

La estrategia es siempre la misma: una persona regresa de unas vacaciones en Brasil a través de Lisboa, donde coge un vuelo de fin de semana poco concurrido, apenas siete u ocho personas, con el que llega al aeropuerto de Sevilla.

Su maleta ha sido enviada con antelación desde uno de dos aeropuertos concretos del nordeste del país, y en ella viaja la droga que una red de tráfico de cocaína le ha entregado en Brasil para que la introduzca en España. El correo no tiene antecedentes, no levanta sospechas.

El vuelo tampoco es de los considerados calientes, porque lo usan muy pocos viajeros. El turista tiene que pasar una noche en Sevilla y luego viajar al lugar en el que entregará la mercancía a un contacto. En menos de un año, la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Judicial de Sevilla ha interceptado en Sevilla dos envíos de cocaína brasileña que seguían el mismo sistema, y un tercero en Barcelona, adonde se desvió a última hora la pareja propietaria de una maleta que la Policía tenía vigilada desde el país de origen.

La Guardia Civil, responsable del control de aduanas en el aeropuerto, ha localizado otros tres envíos, cuando nunca antes se había detectado un intento de introducir semejantes cantidades, varios kilos de la droga, a través de San Pablo.

"Es gente captada por grupos de narcotráfico que tienen su base sobre todo en las islas, y que quieren traer droga a España por rutas menos quemadas que Madrid y Barcelona, donde la vigilancia es muy fuerte: no sólo por los perros, allí detectan a estos correos a primera vista porque tienen muchísima experiencia", explica el inspector jefe responsable del grupo II de la Udyco.

"La red les paga una semana o dos de vacaciones y 3.000 euros a la entrega de la droga, que es una miseria porque les pueden caer entre ocho y diez años de cárcel, y así no se exponen ellos". De hecho, pese a las detenciones de estos correos, la Policía no ha conseguido llegar aún a los cabecillas, aunque hay investigaciones en curso.

Lo que sí está claro es que son rutas alternativas a las clásicas para el tráfico de cocaína, que distribuyen desde Madrid al resto de España. La Udyco insiste en que la droga no se queda en Sevilla, que es sólo la vía de entrada: los dos detenidos a principios de año en San Pablo con cuatro y cinco kilos tenían previsto irse al día siguiente: la chica había quedado con un contacto en otra ciudad andaluza, el joven era de Palma de Mallorca, y allí debía regresar; se supone que, ya sin necesidad de pasar por Madrid, la droga se distribuiría por distintas zonas del país. Los dos están en prisión por orden del juez, igual que la pareja detenida en Barcelona con nueve kilos de cocaína.

"Sabemos que han metido muchos kilos así, pero ahora se han parado porque les hemos dado palos muy fuertes, se ha cogido mucha droga y eso les cuesta mucho dinero; igual están un tiempo sin intentarlo y luego vuelven a probar, o igual la abandonan al ver que no era tan fácil como ellos creían", dice el responsable de la Udyco.

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