Las fuerzas de la Policía iraní detuvieron ayer en Teherán a decenas de personas que se manifestaban en las calles de la capital, al mismo tiempo que impedían las concentraciones de los partidarios del líder de la oposición, Mir Hosein Musaví.
Las principales plazas del centro de Teherán fueron escenarios de una fuerte presencia policial después de que el Movimiento verde convocara a sus seguidores a una manifestación en todo el país para conmemorar la muerte de Neda Aghasoltan. Aghasoltan murió hace un mes durante una concentración de protesta en contra de los resultados de las elecciones del pasado 12 de junio que dieron la victoria el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, mientras que sus tres rivales calificaron de "fraudulentos" a estos comicios.
En la plaza de Haft Tir en el centro norte de Teherán, las fuerzas de la policía, el Basij y los guardianes revolucionarios llenaron casi todas las aceras de la plaza, de unos 25.000 metros cuadrados, para impedir la presencia de manifestantes. "Hay tanta policía que nadie puede decir nada", dijo el dependiente de una zapatería, quien destacó que "por cada persona hay tres policías".
Alrededor de las 20.00 horas se acercaron a la plaza una caravana de motocicletas de la policía procedente de Valiasr y la calle de Enghelab donde, según informaciones de los manifestantes, hubo enfrentamientos y detenciones.
Paralelamente a las manifestaciones el Movimiento verde había pedido a la población que apagara todas las luces durante cinco minutos y que posteriormente pusiera en funcionamiento todos los aparatos de alto consumo para provocar corte de luz en Teherán y el resto del país. Sin embargo, éste no ocurrió, al menos en la noroeste de la capital Teherán.
En la plaza de Enghelab, próxima a la universidad de Teherán, los policías impedían la concentración de manifestantes mientras que agentes del Basij, vestidos de paisano, caminaba entre la gente.
En la plaza de Hafte Tir hubo un intento de manifestación cuando un grupo de unas cien personas, la mayoría mujeres, intentaron bajar la calle hacía el sur pero fueron dispersadas por las fuerzas de Basij y la policía que montada en motocicletas se metieron en las aceras y obligaron a los manifestantes a dispersarse.
Las grandes ciudades de Irán, especialmente Teherán, fueron en las semanas pasadas escenario de manifestaciones después de que el Ministerio iraní del Interior, controlado por los aliados del presidente Mahmud Ahmadineyad, anunciara su triunfo en las urnas. Las manifestaciones fueron convocadas por el denominado Movimiento verde de los partidarios del ex candidato pro reformas Musaví quien pidió la cancelación de las elecciones.
El Consejo de Guardianes, órgano que regula el proceso electoral, reconoció que se habían producido irregularidades durante el recuento de votos en algunos distritos electorales del país.
Musaví ha recibido el apoyo del ex presidente y actual jefe de la poderosa Asamblea de Expertos, Ali Akbar Hashemi Rafsanyani y del ex presidente reformista y actual jefe del consejo central del partido de los Clérigos Combatientes, Mohamad Jatamí.
Hashemi Rafsanyani dijo durante el sermón del pasado viernes, que el país está en crisis y añadió que las autoridades deben devolver la confianza al pueblo para salir de esta situación.
El clérigo pidió asimismo la liberación de los detenidos durante las manifestaciones de las pasadas semanas que han dejado 20 muertos. Por su parte, el ex presidente iraní Mohamad Jatamí disertó el pasado domingo sobre la necesidad de celebrar un referéndum para la legitimidad del actual presidente.
