Un cochino jabalí fue en la tarde de ayer el gran protagonista en la barriada de Andalucía Residencial, en Sevilla Este. Aunque la afirmación suene poco menos que surrealista, lo cierto es que el animal apareció por el barrio (se desconoce todavía de dónde salió) y provocó que numerosos efectivos de Policía Local (nada más y nada menos que siete patrullas y un furgón) rastrearan la zona en su busca. El operativo policial obligó incluso a desviar durante varias horas el tráfico desde el barrio hacia la autovía A-92 para evitar que pudiera causar algún accidente en la zona. Al cierre de esta edición, el jabalí no había aparecido y se mantenía un retén de búsqueda.
Los vecinos de la barriada, en los límites de Sevilla Este con Torreblanca, junto a la autovía A-92, tuvieron una primera señal de que ocurría algo raro cuando se percataron de una inusual presencia policial. Eso sí, cuando se enteraron del motivo de semejante despliegue la mayoría no salía de su asombro. En principio, muchos pensaron que se trataba de un control de alcoholemia o un dispositivo preparado para capturar a algún delincuente, de ahí la sorpresa que se llevaban cuando les informaban de qué es lo que estaba ocurriendo. La noticia se propagó por todo el barrio ante la incredulidad de muchos, que se tomaron a broma el incidente.
La parte de la urbanización que linda con la carretera se encuentra cubierta de matorrales que dificultaban la tarea de hallar al jabalí, por lo que se fueron cortando los carriles cercanos a las medianas para poder rastrear mejor entre la vegetación.
Al cierre de esta edición, se desconocía de dónde había salido el animal, una especie de cerdo salvaje que puede llegar a alcanzar 1,60 metros de longitud y pesar hasta 150 kilógramos. Se trata de una especie cuyos ejemplares muestran un carácter tímido excepto cuando están heridos o se sienten amenazados. Entonces se transforman en animales fieros y peligrosos, por lo que la Policía Local temía que pudiera causar algún daño a la ciudadanía. Por la noche es cuando se encuentra más activo, por lo que esperaban que apareciera antes de que se hiciera de día.
La última vez que la Policía Local tuvo que participar en un operativo de busca y captura tan singular fue hace años, cuando se persiguió a un mono en el parque de Los Príncipes.
