Como en época de crisis económica es aún más probable que los jóvenes traten de ahorrar al salir de marcha nocturna haciendo botellonas en lugar de ir a bares, la Policía Local prepara ya su cuarto grupo contra este fenómeno, que se unirá a los tres actuales, según prometió ayer la concejal a los vecinos. En total, hay dedicados unos 70 agentes.
La concejal Nieves Hernández se reunió con vecinos de la asociación Alameda de Hércules, preocupados por las grandes concentraciones que hubo el fin de semana, y les aclaró que la situación había sido excepcional. Habían coincidido celebraciones autorizadas, como la clausura del concurso FotoSevilla o el final de una marcha en bici contra la subida del precio del carburante, con permiso para instalar una barra con bebidas que se cerró a las dos de la madrugada.
Sobre las cuatro, cuando ya habían debido cerrar los últimos bares, todos los equipos policiales tenían orden de acudir al bulevar para asegurarse de que la gente no siguiera con la fiesta en plena calle. Aún así, Hernández explicó que con la llegada del buen tiempo y el final del curso escolar, y en previsión de que se descontrolen unas botellonas que han descendido en invierno, se ha añadirá un cuarto grupo a los tres que ya tratan de erradicar las botellonas las noches de los fines de semana.
La última ampliación fue en otoño, cuando se añadió el tercer grupo, con 16 policías. Ahora son unos 70 efectivos -recordaron ayer fuentes municipales- que incluyen los tres equipos que rotan por las zonas más problemáticas -Alameda, Alfalfa, Viapol...-, agentes que patrullan atendiendo las llamadas vecinales, y un último grupo que se dedica a labores complementarias, como los controles de alcoholemia o la verificación del cierre de los parques, que pretende evitar que se celebren botellonas dentro.
La edil explicó que los dispositivos contra la botellona suelen variar sus itinerarios para que la gente no se adapte al horario. Negó que haya zonas en las que se permitan estas concentraciones, sino lo contrario: la orden es acudir a cada lugar cuando se producen las botellonas. Primero se va a zonas como la Alfalfa, y al final de la noche a otras como la Alameda. Reveló que ésa había sido la secuencia de las llamadas vecinales el pasado sábado. Desde la Alameda se llamó tres veces, la primera a la una y media.
Los vecinos respondieron que no puede permitirse la botellona a ninguna hora, "ni en la Alameda ni en calles adyacentes", y denunciaron además que sigue habiendo establecimientos que venden alcohol de forma ilegal, según explicó su portavoz, Pilar Solís, que "en principio" se mostró satisfecha con el incremento policial.
Hernández también facilitó a la asociación un contacto directo y se comprometió a mantener reuniones periódicas para verificar la evolución de las botellonas de cara al verano.
Las quejas llegaron ayer también desde otro lugares: la Plataforma por el derecho al descanso insistió en que hay nuevos focos de botellonas en zonas como San Diego y Huerta de la Salud, al margen de "rebrotes" en zonas históricamente afectadas como Plaza de Armas o Torneo, junto al río. La portavoz, Dolores Dávila, dijo que en las últimas semanas han aumentado las quejas de los vecinos por las molestias y porque los veladores se saltan su hora de cierre.
