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La Policía no tiene pruebas científicas contra Samuel

Los agentes admiten que solo tienen contra el joven sus declaraciones reconociendo los hechos.

el 02 nov 2011 / 20:14 h.

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Samuel Benítez es juzgado por un delito de encubrimiento.
"¿Además de su declaración, hay alguna prueba científica que le implique?", preguntó el abogado de Samuel. "No", reconoció la jefa del Grupo de Menores de la Policía Nacional, tras una ristra de preguntas sobre las pruebas que implican al amigo de Miguel Carcaño en la desaparición de Marta del Castillo. Todas las respuestas fueron negativas. Y es que ayer, en la séptima jornada del juicio, la Policía tuvo que admitir que la "única" prueba que hay contra el joven es su declaración autoinculpatoria, además de la de Miguel y del Cuco que le implicaron.

 

Hasta ocho policías desfilaron ayer ante el tribunal para explicar los pormenores de la investigación. La estrategias de las defensas fue demostrar que las acusaciones que han terminado llevando a sus clientes al banquillo no se asientan en una base sólida. "¿Las antenas repetidoras le sitúan en León XIII? ¿Alguna llamada sitúa a Samuel junto a Miguel? ¿Hay restos biológicos de Samuel en León XIII? ¿Hay huellas de él en León XIII? ¿Se encontraron restos en la ropa que llevaba aquella noche?", fueron algunas de las preguntas que el letrado del joven, Manuel Caballero, disparó a la jefa del Grume, que respondió todas ellas con un escueto "no". La respuesta que sí matizó fue cuando le cuestionó sobre si Samuel se mostró colaborador con la Policía hasta su detención: "él daba la imagen de colaborar, pero en ningún momento contactó con Carcaño".

Sin embargo, su testimonio también hizo tambalear la versión que ahora da Samuel sobre que confesó su participación por presiones policiales y que se limitó a asentir a lo que le iban sugiriendo. "Fue espontánea. Se le dejó hablar y luego le hicimos pregunta la otra agente y yo, y luego su letrada", explicó la jefa del Grume. El agente que se hizo cargo de la segunda declaración del joven, en la que implicó al Cuco al decir que emplearon el coche de su madre para trasladar el cuerpo, aseguró que fue "muy extensa" y ofreciendo detalles como que "usaron la silla de ruedas para sacar el cuerpo del piso". "Lo único que le dijimos es que si decía la verdad era un paso hacia el arrepentimiento y que así el tribunal podría ser más condescendiente", añadió el jefe del Grupo de Homicidios de Sevilla, que también declaró ayer.

No obstante, los agentes observaron diversas contradicciones en las declaraciones que Samuel prestó como testigo antes de ser detenido. Así, por ejemplo explicó que el 24 de enero cuando la madre de Marta le llamó para preguntarle si sabía algo de su hija, éste le contestó "que Miguel le había dicho que la había dejado a las doce", cuando "ni eran las doce ni había hablado con Miguel". Esa misma noche, cuando una amiga de Marta le llamó y él le dijo que no sabía que estaba desaparecida cuando ya había hablado con la madre de la chica. Por último, la jefa del Grume dijo que el 26 de enero, cuando ambos chicos aún no estaban detenidos, se les permitió hablar "porque Samuel decía que eran amigos desde la infancia". Esa conversación no fue escuchada por la Policía y a la salida, pese a que Samuel contó que "no había dicho nada", manifestó "hombre un mal golpe se lo ha podido dar". La inspectora también hizo hincapié en los registros de las llamadas realizadas por los acusados la noche del crimen, ya que éstas fueron indicando dónde estaban. La agente destacó que hubo dos momentos en la noche en los que los móviles no recibieron ni realizaron ninguna llamada por lo que no se les puede posicionar.

Esta es una de las pruebas que la Policía considera clave contra María García, la novia del hermano de Miguel, ya que a las 2 horas una llamada le sitúa en León XIII, hora en la que aproximadamente un vecino había visto a Miguel manipulando la silla de ruedas en el portal. El abogado de María, al igual que el de Javier, preguntaron insistentemente si alguno de los imputados -salvo el Cuco que dijo que Javier Delgado estaba en el piso- le implicaron a ellos. Todos contestaron negativamente, aunque recordaron que Samuel dijo que la habitación de Javier "estaba encendida" y con "la puerta cerrada", mientras que Miguel señaló en un principio "que no sabía quién limpió el piso".

Los agentes también fueron preguntados por la familia de Camas, que declara hoy, con la que vivía Carcaño. Fue la madre de la exnovia de Carcaño la que entregó la cazadora en la que se localizó sangre de Marta, "sin que Miguel se opusiera". Sobre los cambios de versión de la menor, que primero afirmó no saber nada y luego contó que Miguel le confesó que la habían enterrado en Camas, la jefa del Grume explicó que la chica le aseguró que lo hizo porque "estaba enamorada de Miguel".

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