La decisión de la Fiscalía de Sevilla, personificada en Margarita Viera, de apoyar la petición de los abogados de Manuel Ruiz de Lopera para que se ponga fin a la administración judicial de las acciones de Farusa no ha provocado una gran sorpresa entre las partes que ejercen la acusación en el caso que se sigue contra el exdirigente bético en el Juzgado de Instrucción número 6. La falta de revuelo es lógica: el Ministerio Público lleva varios meses respaldando las tesis de la defensa, sobre todo a raíz de las famosas medidas cautelares que supusieron la salida de Lopera del club verdiblanco. Ni siquiera el hecho de que la Audiencia Provincial haya rechazado varias veces esas mismas tesis, la última el pasado 20 de octubre, echa para atrás a la fiscal.
"No tiene sentido, la jueza no se va a desdecir y la Audiencia ya emitió un auto machacante no hace ni un mes. No creo que Lopera tenga la poca vergüenza de volver a la vida del Betis", recalca Emilio Soto, de Béticos por el Villamarín. "Me sorprende que sea noticia y que cunda la alarma [por la posibilidad de que se levantasen las medidas y Lopera recuperase las acciones de Farusa, ahora representadas por José Antonio Bosch], porque no es nada nuevo. Desde abril, la postura de la Fiscalía es contraria a las medidas cautelares", señala Miguel Cuéllar.
Y si la defensa de Lopera critica la larga vigencia de las medidas cautelares, la antigua oposición a Lopera responde que ellos también son responsables. "Hasta donde yo sé, el segundo informe pericial está acabado, pero si ellos siguen pidiendo ampliaciones, esto no se acaba nunca", afirma Soto. "El proceso no avanza más porque la defensa, de manera legítima pero excesiva, recurre absolutamente todo", corrobora Cuéllar, quien por cierto está de acuerdo con que la provisionalidad derivada de las medidas cautelares está durando "más de la cuenta".
