Sevilla cerra ya los últimos detalles de cara a la cumbre que, a partir del próximo jueves y hasta el domingo, reunirá a los ministros de Energía y Medio Ambiente de la Unión Europea en Fibes. Además del fuerte dispositivo de seguridad, los juzgados sevillanos, como ya hicieran en otras reuniones similares, también se han reforzado ante la posibilidad de que se produzcan altercados y posibles detenciones.
La junta de jueces de los Juzgados de Instrucción de Sevilla se reunió ayer con este único punto del día: fijar el dispositivo de refuerzo de cara a la cumbre europea. Según explicó el decano de los jueces de Sevilla, Federico Jiménez Ballester, durante los días de la cumbre habrá dos juzgados de retén para apoyar al que se encuentre de guardia en caso de que haya un aluvión de detenidos. El personal de estos juzgados de refuerzo tendrán que estar disponible por si se supera la cifra de 25 arrestos entrar en funcionamiento. "No creemos que sea necesario, pero estamos preparados por si ocurre algo", señaló el decano después de que en la cumbre que celebró la OTAN en la ciudad en febrero de 2007 "no fue necesario activar el dispositivo".
Asimismo, el Colegio de Abogados también tiene previsto reforzar el turno de oficio para atender a los posibles detenidos. "Tenemos que fijar el dispositivo, pero seguramente estableceremos un retén de letrados disponibles que se activará si es necesario", señaló el decano de los abogados, José Joaquín Gallardo. Estos letrados se sumarían a los 14 que a diario prestan este servicio tanto en los juzgados como en la comisaría de Blas Infante.
El Grupo 17 de Marzo también ha ofrecido asistencia jurídica al Foro Social, uno de los colectivos que tiene previsto manifestarse durante la reunión europea, como ya hiciera en otras ocasiones. Además, este grupo de juristas elaborará un informe semestral con las posibles vulneraciones de derechos que se cometan en las diferentes cumbres que se desarrollarán en Sevilla, según explicó el abogado Luis de los Santos.
Por ahora, está previsto que el jueves y el viernes se concentren ante Fibes el Foro Social y Ecologistas en Acción, aunque se trata de manifestaciones pacíficas en las que se formará una cadena humana.
El dispositivo judicial más importante que se ha habilitado hasta ahora en Sevilla fue en 2002 con la cumbre de jefes de Gobierno de Europa, ya que entonces se puso en marcha un segundo juzgado de guardia que incluso se ubicó en los calabozos de Blas Infante, además de otros de retén.
Los controles de tráfic no bloquearán Sevilla
Las estrictas medidas de seguridad previstas para la cumbre no supondrán esta vez un enjaulamiento de la ciudad como el que se produjo en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE en 2002, o en la de la OTAN de 2007, cuando los controles de acceso a Sevilla fueron tan férreos que se pidió a los sevillanos que escalonaran su llegada porque tardarían en entrar.
En esta ocasión, al menos en esta primera cita de la UE -la convocada en febrero es de mayor entidad-, los controles serán fuertes en el entorno de Fibes, pero no en las entradas y salidas de la ciudad. Tampoco está previsto que se corte el tráfico en el entorno del Palacio de Congresos ni se cierren calles, como entonces.
Eso no significa que no se haya reforzado la vigilancia. Policías de uniforme y de paisano, de Seguridad Ciudadana y de los grupos especiales como Caballería o Subsuelo llevan ya tiempo asegurando Fibes, los hoteles en los que se alojarán los mandatarios, los lugares de actividades alternativas y las rutas que tendrán que recorrer para ir de un punto a otro. Tampoco entonces habrá cortes de tráfico totales, sino sólo al paso de las comitivas oficiales.
Más de 1.300 agentes
Un total de 1.300 agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado participarán en el dispositivo previsto para la reunión informal de Ministros de Energía y Medio Ambiente de la Unión Europea que comienza en Sevilla el jueves, para velar por el buen desarrollo de los actos previstos en diversos puntos de la ciudad y para, en coordinación con el Ayuntamiento, minimizar los efectos sobre el tráfico.
