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La primera en domar la cucaña

Rocío Maya Márquez, de 18 años, es la primera mujer en ganar la cucaña en la Velá de Santa Ana.

el 25 jul 2012 / 17:58 h.

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Rocío Maya Márquez.

A sus 18 años, Rocío Maya está hecha toda una experta en el complicado arte de la cucaña. La joven, natural de Coria del Río, ha sido la ganadora de la edición de este año de la Velá de Triana, convirtiéndose así en la primera mujer que logra esta gesta. De hecho, ella era la única chica que se había animado, "aunque al verme a mí, algunas se animaron".

Y es que Rocío parece que ha nacido para esto, como ella misma reconoce entre risas al otro lado del teléfono. El año pasado se presentó a la prueba que también se organiza en su municipio natal cada año con motivo de la Feria y "la gané". "Era la primera vez que me presentaba y gané", dice la joven, algo tímida. Ella era la única mujer que se lanzó en su pueblo. Entonces tenía 17 años y se impuso con facilidad a los chicos y hombres que se esforzaban por alcanzar la bandera al final del resbaladizo palo, sin caer al agua en el intento. También era "la primera vez" que se presentaba a esta famosa y tradicional prueba de la Velá trianera.

"Nunca me había presentado, pero como gané el año pasado en mi pueblo y me gustó, pues decidí presentarme", asegura. Para ella, no hay cucaña que se le resista, pues "al principio parece difícil, pero una vez que le coges el truco es fácil". Por eso tiene muy claro que el año que viene volverá a presentarse a la cucaña de Triana y así revalidar su título de flamante campeona. Eso sí, antes también lo hará en la prueba de su pueblo, a la que "llegaré bien entrenada", bromea entre risas, que se celebra en la Feria que tendrá lugar entre el 15 y el 20 de septiembre. Y, claro está, tanto esfuerzo tiene una recompensa, "una paletilla de jamón ibérico", que Rocío piensa "compartir con mi familia" y así celebrar su éxito. De momento, ya que no la ha recogido aún, se irá a celebrarlo con sus amigas.

Pero la joven, no es la única que está orgullosa por su triunfo. Su madre, Manuela Márquez, está más que orgullosa de su hija pequeña. "Yo estoy orgullosa de mi hija aunque no coja ni una bandera", afirma Manuela. Ella explica que a Rocío le encanta el deporte y que en Pino Montano estuvo practicando Taekwondo, "y ganaba copas". "Claro que me da miedo que compita en lo de la cucaña, pero si le gusta no hay nada que hacer", afirma.

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