Economía

La primera tienda de Pichardo cierra por el fin de la renta antigua

El desacuerdo con el dueño del local de José Gestoso hace que la familia Díaz Alarcón abandone la calle tras 62 años

el 08 ene 2015 / 10:02 h.

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Imagen copiawebEl próximo mes debía cumplir 63 años, pero no lo hará porque el fin de las rentas antiguas de los locales comerciales ha precipitado el cierre de la primera tienda Pichardo en Sevilla. Entonces era una papelería e imprenta, pero pronto incorporó los artículos de broma. No hubo acuerdo entre inquilino y propietario, así que la familia Díaz Alarcón cierra en la calle José Gestoso, aunque, como remarcan Ana María Alarcón y su hijo Diego Díaz, «siguen abiertas sus tiendas en la calle Daoiz, de disfraces y fiestas, y en Javier Lasso de la Vega, de belenes». «Pichardo no cierra, aunque sí lo hace su tienda más antigua», lamenta Ana María Alarcón tras recordar que estuvo «toda la vida trabajando tras ese mostrador». Su hijo Diego Díaz apuntó a este periódico que el dueño del local quiso multiplicar por tres el alquiler –actualmente de unos 300 euros al mes–, subida que no podían asumir. Circunstancia que se suma a que el local ya se les había quedado muy pequeño porque requería la habilitación de un servicio. Con todo, «no hemos tenido más remedio que cerrar en José Gestoso», admitió Ana María Alarcón, dolida «por la importancia sentimental y afectiva de esta tienda para toda su familia». Imagen gestosopichardo copiawebLo cierto es que el fin de los alquileres de renta antigua a partir del pasado 1 de enero ha supuesto que muchos comercios no puedan asumir este nuevo gasto: «Es una pena, porque damos empleo y generamos riqueza. Aquí, por ejemplo, se quedan sin trabajo dos personas», lamentó la propietaria del negocio. Eso sí, añadió que entre todos, entre los trabajadores y sus dos hijos, intentarán buscar una solución. «Todo ha sido muy precipitado y tenemos que agradecer que, por lo menos, nos hayan dejado abrir hasta ayer para finalizar la campaña de la Navidad». Ana María Alarcón recalcó que la tienda de José Gestoso era «una mina», pero que con la llegada de la crisis «cambió mucho». Según indica, la facturación bajó, como mínimo, un 30 por ciento en los últimos años aunque lograron mantener hasta ahora a todo el personal. «Hemos sido pioneros en muchas cosas en esta ciudad. En artículos de broma, para cotillones y fiestas... Todos los años íbamos a ferias como la de Valencia e internacionales como las de Milán, París o Nuremberg para traer novedades a Sevilla», explica la propietaria. El Bazar Victoria junto al Ayuntamiento de Sevilla o el Garaje Pretel, que deja el Paseo Colón tras más de casi 60 años, son otros de los muchos negocios antiguos afectados por el fin de las rentas antiguas. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1964 daba el poder a los inquilinos de locales con la prórroga forzosa de sus contratos, dejando unos precios simbólicos de por vida. Miguel Boyer, al frente de Economía, reformó la LAU en 1985 para eliminar la prórroga forzosa de los contratos anteriores a 1985, y en 1994, por la crisis, Josep Borrell, como ministro de Fomento, reformó la LAU para dar 20 años de prórroga a estos alquileres, hasta el 31 de diciembre de 2014. Finalmente no hubo más moratorias. ~

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