El amotinamiento el jueves del grupo de usuarios que cortó la línea 1 del Cercanías de Renfe en la parada del Virgen del Rocío para poder montarse en el tren que se dirigía a Dos Hermanas tal vez demuestre que el servicio no cumple con la demanda requerida en las horas punta, pero está por ver que sea así. Renfe lo niega y lo hace con datos operativos de capacidad de los vagones y de tasa de ocupación de los mismos, pero quienes reclaman más servicios están en su derecho de hacerlo por la vía correspondiente, que es la de la reclamación. El corte del jueves provocó retrasos en once trenes y dejó la vía entre Sevilla y Cádiz sin servicio durante 40 minutos. A todas luces, la protesta se antoja excesiva, por mucho que haya quien se sienta defraudado. ¿Sería imaginable, por ejemplo, que hicieran lo mismo todos los que no se pueden montar en un autobús de Tussam porque va abarrotado de personas?
