Los jugadores festejaron así su victoria (Marcamedia).
Cualquier equipo que se precie y tenga aspiraciones está obligado a mostrar regularidad; en juego y, sobre todo, en resultados. Decirlo es fácil porque es una obviedad pero conseguirlo, al menos para el Sevilla de los últimos tiempos, no tanto. La prueba más clara es que hacía casi diez meses que el conjunto nervionense no enlazaba dos triunfos consecutivos en el Campeonato Nacional de Liga. Y qué mejor, para club y afición, que haber puesto fin a esa racha ante el eterno rival, apenas dos semanas después de ganar al Espanyol en Cornellá-El Prat.
Hay que remontarse a principios de 2013 para recordar la última vez que el Sevilla firmó dos triunfos consecutivos en Liga. Granada y Rayo (jornadas 21ª y 22ª, respectivamente) fueron las víctimas del equipo al que acababa de llegar Unai Emery tras la destitución de Míchel. Con el técnico madrileño el Sevilla sólo consiguió enlazar dos victorias en una ocasión (Real Madrid y Deportivo, jornadas 4ª y 5ª respectivamente). Luego, todo fue irregularidad.
Parecía que con Emery las cosas iban a cambiar. Esos dos triunfos espolearon al equipo, pero de nuevo la falta de regularidad hizo mella sobre él. Ocho jornadas consecutivas alternando victorias y derrotas le impidieron despegar y al final terminó diluyendo sus aspiraciones, al lograr únicamente dos victorias en las seis últimas jornadas.
Con el inicio del curso 2013/14, primero de Emery al frente del plantel desde pretemporada, el deseo de tener regularidad volvió a estar en boca de todos, pero no ha sido hasta las jornadas 13ª y 14ª cuando se ha conseguido firmar dos victorias consecutivas.
En realidad esto no es algo del otro mundo, aunque sí podría ser el principio de una línea de continuidad en cuanto a resultados, lo único que permite escalar posiciones y aspirar a un puesto de competición continental. Ahora, toca visitar al Granada, ante el que podría firmar un tres de tres, hecho que no se ve desde la campaña 2011/12, cuando, en abril, enlazó su tercer triunfo tras ganar a Racing. Granada y Mallorca.
GOLEA Y ES GOLEADO. En su búsqueda de la regularidad, el Sevilla actual presenta contrastes tan grandes que la hacen difícil de alcanzar. Frente al Betis logró mantener su portería a cero por segunda vez en lo que va de campeonato. Y es que hasta 26 goles ha encajado en las primeras catorce jornadas. Casi dos de media por partido, siendo el cuarto más goleado tras Rayo (34), Almería (29) y Betis (28). Una cifra que lo ha puesto contra las cuerdas muchas veces y le pasa factura en forma de derrotas. Es el peor registro defensivo desde la temporada 1958/59, cuando el Sevilla encajó 29 goles en las catorce primeras jornadas. Ya ha llovido.
El contraste lo pone otro dato que habla por sí solo: sus actuales 27 goles a favor sólo Barcelona (42), Real Madrid (40) y Atlético (38) lo mejoran representan el segundo mejor registro del club desde la temporada 1956/57. Tan sólo el Sevilla de Juande Ramos de aquella mágica 2006/07 lo supera... y por un solo gol (28). Eso sí: la diferencia es que ese equipo campeón llevaba diez victorias en sus catorce partidos y el actual ha logrado cinco. No hay color.
Emery sigue teniendo mucho trabajo por delante, aunque en las dos últimas jornadas el equipo ha elevado su nivel. Que no pare.
