La Gerencia de Urbanismo acaba de cerrar el plazo para presentar ofertas a la licitación de las obras de rehabilitación del convento de San Leandro, con un presupuesto base de 105.568,64 euros y un plazo de ejecución de seis meses a partir de la adjudicación. No obstante, al margen de los trámites administrativos, las obras no podrán comenzar antes de septiembre, cuando está previsto que las imágenes de la hermandad de San Roque que están ubicadas en él desde que su templo fue cerrado en diciembre por desprendimientos, vuelvan a su casa.
La licitación de estas obras, centradas fundamentalmente en la reparación de varios tramos de las cornisas, las cubiertas y la fachada que según los estudios técnicos previos son los elementos en peor estado, se ha realizado por procedimiento negociado sin publicidad de forma que inicialmente se ha invitado a tres empresas a participar. El plazo para presentar ofertas concluyó el jueves a las 13.30 horas
El pliego de condiciones técnicas del proyecto contempla la reparación de la cornisa y alero en mal estado, la rehabilitación de buhardillas y tramos de cubierta que lo necesitan, repasar las vigas de madera de la estructura deterioradas bien mediante el pareado de las mismas en las correas y pares o, en caso necesario, reforzar los elementos metálicos y la escuadría. Además, se plantea la reparación de los paños de cubierta inclinada donde, «tras la limpieza de la zona, se colocará una banda impermeable» para proteger de las lluvias y las consiguientes goteras. Eso sí, se evitarán «los productos bituminosos o plásticos por su baja durabilidad y exigencia de mantenimiento». En cuanto a la fachada, los trabajos se centrarán en picar los enfoscados sueltos o abofados y en el encalado.
El convento de San Leandro, del siglo XIII, está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología jurídica de Monumento, y catalogado en el PGOU con el el máximo nivel de protección que otorga el PGOU de Sevilla. Hace nuevo años ya fue necesario realizar una intervención de urgencia pero el estado de conservación en este tiempo se ha ido deteriorando e incluso se han llegado a desprender elementos de la fachada y también de las cubiertas.
Las madres agustinas, la congregación de clausura que habita en el convento, lanzaron un SOS y asociaciones conservacionistas como Ben Base realizaron iniciativas como jornadas de puertas abiertas y visitas guiadas para dar a conocer el estado del cenobio, especialmente la iglesia. Tras varios episodios, como el desprendimiento de un trozo de cornisa ocurrido en agosto de 2012, se planteó la necesidad urgente de acometer las obras de rehabilitación y hace algo menos de un mes, el Ayuntamiento firmó un convenio con la congregación para concederle una subvención de 105.568,64 euros con las que acometer los trabajos que se han sacado a licitación.
