Cultura

La reina ha muerto, ¡viva la reina!

La mayoría de la gente que acudió al Estadio Olímpico de Sevilla no pudo asistir –por edad o por medios– al mítico concierto de Queen del 11 de julio de 1986 en Wembley.

el 26 oct 2013 / 23:20 h.

Un momento de la actuación ante miles de espectadores. / J.M. Paisano (ATESE) Un momento de la actuación ante miles de espectadores. / J.M. Paisano (ATESE) La mayoría de la gente que acudió en la tarde de ayer al Estadio Olímpico de Sevilla no pudo asistir –por edad o por medios– al mítico concierto de Queen del 11 de julio de 1986 en Wembley, y es muy probable que fueran contados los que llegaron a ver alguna vez a Freddy Mercury y los suyos subidos a un escenario. Sin embargo, a falta de estrellas de carne y hueso, nada mejor que recrear la magia de aquella cita a través de un grupo tan solvente como God save the Queen, una banda procedente de Rosario (Argentina) que sin duda ha pasado muchas horas copiando a los británicos hasta en los más mínimos detalles, desde el atuendo –la casaca amarilla y la camiseta de superman– a los arreglos musicales, pasando por la espectacular escenografía del montaje. “Solo espero pasar un buen rato... ¡y no quedarme ronca!”, aseguraba en la entrada Cristina, sevillana de 28 años que llegaba dispuesta a corear infatigablemente todos los éxitos de Queen, desde Bohemian Rhapsody a We are the champions, pasando por I want to break free o Don’t stop me now, entre otros. La moda de los tributos –las calles de Sevilla están empapeladas con carteles de estos conciertos, para todos los gustos, desde Metallica a Fito & Fitipaldis– ha terminado alcanzando a los espacios de gran aforo, y el caso del Olímpico es desde luego lo que se llama picar alto. No llegó a abarrotarse como en las grandes citas, pero la afluencia de espectadores fue constante desde la apertura de puertas, y se logró crear una atmósfera cálida y llena de contagiosa devoción rockera, con un público de edades muy diversas, desde tiernos infantes a veteranos con muchos trienios de pasión queenera a sus espaldas. Silvia y Pilar, universitarias almerienses, no tienen recuerdos de Freddy Mercury vivo: el ídolo falleció en 1991, cuando ellas eran bebés, lo cual no les impide hallar el consuelo de esta banda de tributo. “Son como Los Escarabajos para los Beatles”, comentan. “Nuestros padres nos hacían escuchar a Queen de chicas, y mira dónde estamos”. “Se parece asombrosamente”, decía Fernando, fan hispalense de la vieja guardia, ante la perfecta caracterización del cantante de God save the Queen, PabloPadín, la similitud de su voz y los pasos perfectamente ensayados. “Pero como Freddy ninguno”. Oficiaron como teloneros Brothers in Band, otra banda de tributo, en esta ocasión de DireStraits, que logró traer hasta el escenario del Olímpico al espíritu deMark Knopfler y los suyos. Pero en los oídos del respetable lo que seguirá resonando ahora es I want it all, Another one bite the dust, The sow must go on, Radio Ga ga... La publicidad no mentía: el mejor Queen después de Queen.

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