José María del Nido, presidente del Sevilla, no da puntada sin hilo. Así lo demostró en la noche del martes en la Peña Sevillista Manolo Leonardo de Benacazón, en una de esas visitas a las peñas en las que el máximo mandatario nervionense acostumbra a arengar a los suyos dejando frases de relevancia. En la localidad aljarafeña -a la que acudió acompañado por Dragutinovic y Rakitic- Del Nido por fin se resignó a que la clasificación para la Liga de Campeones es ya poco menos que una utopía e hizo un ejercicio de ver el vaso medio lleno, dando por buena la temporada si finalmente se consigue la clasificación para la Europa League."Os auguro que todos esos éxitos que hemos tenido no han sido más que la semilla que hemos sido capaces de sembrar para que el Sevilla Fútbol Club se convierta en un club grande, como es en la actualidad", comentó un presidente que pasó a hacer un balance de la temporada que aún está en curso.
"En un año en el que no hemos tenido la fortuna de pasar la ronda previa de la Liga de Campeones, y en el que nos hemos quedado descolgados de la lucha por disputar las cuatro primeras plazas del campeonato, estamos nuevamente con posibilidades de clasificarnos para una competición europea por octavo año consecutivo. Eso sería un éxito más para el Sevilla Fútbol Club", concretó Del Nido. Cambio de discurso. Pese a las vicisitudes que ha pasado el equipo durante la temporada, el presidente siempre ha emitido un discurso optimista con la posibilidad de que el equipo acabara entre los cuatro primeros de la Liga. Los últimos resultados han dado al traste con las ilusiones del sevillismo y de su presidente. El desastroso inicio trajo consigo la destitución de Antonio Álvarez y la llegada de Gregorio Manzano. En su presentación, Del Nido tenía claro cuál era la misión encomendada al jiennense. "Le he exigido que termine entre los cuatro primeros y que dispute el título en las otras dos competiciones", una apuesta que Manzano aceptó en público. Antes de acabar el año el presidente mantenía el discurso. "Seguimos pensando en cumplir los objetivos, que no han variado. Primero, Liga de Campeones; luego, Liga de Campeones; y sólo en tercer lugar, Liga de Campeones", comentó con su peculiar estilo.
Ni siquiera la derrota en casa ante el Espanyol, el empate sin goles ante el Málaga, la eliminación de la Europa League o la derrota en San Mamés cambiaron una perspectiva que se hizo más efusiva con los buenos encuentros disputados ante Barça y Valencia. "No debemos renunciar a la cuarta plaza. Si vemos al Sevilla del segundo tiempo, es posible", aseguró tras el partido ante el conjunto azulgrana. Sin embargo, el empate en Mallorca y la derrota en Getafe bajaron al presidente de la nube. "Ahora lo que hay que hacer es confirmar la quinta o la sexta plaza", se resignó justo después de que el equipo rubricara un partido horrible en Getafe y el sevillismo, con su presidente a la cabeza, asumieran la realidad.
