Si quedaba alguna duda sobre su autoría, ésta quedará definitivamente resuelta hoy, con la inauguración de la exposición En torno a Santa Rufina: Velázquez, de lo íntimo a lo cortesano, que enfrentará la pintura del genio sevillano con otras obras maestras del Prado en busca de una identidad común.
La exposición con préstamos del Museo del Prado pretende ser la confirmación definitiva de la autoría de Velázquez en Santa Rufina, la pintura más mediática de la historia reciente de Sevilla, desde que fuera adquirida por la Fundación Focus-Abengoa en la casa de subastas Sotheby's de Londres el pasado mes de julio por algo más de 12 millones de euros. Para ello, la pintura de la patrona de la ciudad se enfrentará a un trío velazqueño en el que el tándem formado por los profesores Alfonso E. Pérez Sánchez (director emérito del Prado) y Benito Navarrete, discípulo del anterior y encargado de todas las operaciones de Focus con Santa Rufina, encuentra similitudes incuestionables.
De este modo, la exposición, que se abrirá mañana al público y cerrará sus puertas el domingo 4 de mayo, incluye tres importantes lienzos del artista hispalense: La imposición de la casulla a San Ildefonso, cedida por el Ayuntamiento de Sevilla, y La Sibila y La infanta doña María reina de Hungría, ya citados como propiedad del Museo del Prado.
Según ha explicado el profesor Benito Navarrete en más de una ocasión, el parecido de los rostros de Santa Rufina, las tres jóvenes que aparecen en el rompimiento de gloria de La casulla y la mujer representada en La Sibila, "es innegable". "Se trata del mismo modelo, que bien podría ser su hija Ignacia, en el caso de Santa Rufina y La imposición de la casulla, o incluso su mujer Francisca Pacheco, en el caso de los lienzos".
El acto oficial de inauguración de la muestra comenzará a las 12.00 horas de hoy y estará presidido por Felipe Benjumea y José Terceiro, presidentes de la Fundación Focus, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. Para la preparación de la exposición, Focus ha contado con la colaboración de Carmen Garrido, jefa del Gabinete Técnico del Museo del Prado, y de Peter Cherry, del Departamento de Historia del Arte del Trinity College, de Dublín.
