Cultura

La sevillana María Eugenia Reyes, accésit del Adonais

La joven poeta María Eugenia Reyes (Sevilla, 1980) obtuvo ayer un accésit del prestigioso premio Adonais con su obra El fabricante de ruinas. El ganador del galardón fue el mexicano Rogelio Guedea con el libro Kora.

el 15 sep 2009 / 19:55 h.

A. Luque / Agencias

La joven poeta María Eugenia Reyes (Sevilla, 1980) obtuvo ayer un accésit del prestigioso premio Adonais con su obra El fabricante de ruinas. El ganador del galardón fue el mexicano Rogelio Guedea con el libro Kora.

La tradición continúa, y una vez más la poesía sevillana sale recompensada en el Adonais. Esta vez, en la 62a edición del certamen, al menos un accésit fue a parar a María Eugenia Reyes, hispalense de nacimiento y afincada en Algeciras, quien verá editado en fecha muy próxima su segundo poemario, El fabricante de ruinas, tras editar el pasado año en el sello Númenor el libro Nuestro nombre en las letras. "No podía creérmelo", dijo la autora ayer después de recibir la noticia. "Este premio significa mucho para mí, tiene un prestigio enorme y sé que me va a abrir puertas".

Sobre El fabricante de ruinas, Reyes afirmó que "es un libro escrito en un tono totalmente diferente al anterior, más maduro y con muchas referencias al pasado. Lo escribí a lo largo de los dos últimos años en Algeciras, y tiene poemas de amor, otros que hacen referencia al tiempo perdido y también poemas paisajistas, pues me gusta esmerarme en las descripciones", añadió.

"La poesía es una carga y es un don. Si eres consciente de ello, sólo puedes recibirla y devolverla", prosiguió Reyes. Deudora de Miguel D'Ors, José Julio Cabanillas, Rocío Arana y Enrique García-Máiquez, Reyes responde afirmativamente cuando se le pregunta si se siente escritora católica. "Muchos de mis poemas pueden parecer de amor humano, pero sólo yo sé que son de amor divino", explicó.

Después de cinco años lejos de Sevilla, la autora dice que "en este momento lo que más me inspira de mi ciudad son los olores. Echo de menos el incienso detrás de una esquina, la tierra húmeda del parque de María Luisa, los monumentos, ¡todo!".

Más inversiones. El ganador del certamen fue el mexicano Rogelio Guedea (Colima, 1974), afincado en Nueva Zelanda, con su obra Kora, un libro donde "se mezclan las experiencias de la realidad con un tono confesional y con derivaciones imaginativas". "El libro nace de la tensión con lo real, y la mujer y la reflexión sobre la creación poética ocupan la temática de poemario". Así lo consideró el jurado que falló este premio, al que se habían presentado 200 originales de distintos países, en su mayoría de Latinoamérica, entre ellos México, Bolivia y Ecuador, dos de los cuales resultaron finalistas.

El segundo accésit también recayó en un mexicano, Alfredo Juan Félix-Díaz González (México, 1974), por Si resistimos, un libro en el que las formas clásicas y tradicionales sustentan una reflexión, "a menudo sorprendente", sobre el mito, la historia y la profesión de poeta".

El jurado del premio estuvo formado por Carmelo Guillén Acosta, Joaquín Benito de Lucas, Diego Jesús Jiménez, Antonio Colinas y Julio Martínez Mesanza. El premio, que no tiene dotación económica, establece la publicación de la obra ganadora por ediciones Rialp.

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