Cultura

La SGAE no celebrará los Premios Max en su teatro por la falta de patrocinios

Sevilla se queda sin esta gala, que se celebrará a finales de abril, ante la falta de apoyos privados y el elevado coste de trasladar y alojar a los asistentes.

el 25 feb 2014 / 23:30 h.

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El auditorio Arteria Al-Andalus de la SGAEen la Cartuja permanece cerrado después de que el pasado año concluyeran sus obras. El auditorio Arteria Al-Andalus de la SGAEen la Cartuja permanece cerrado después de que el pasado año concluyeran sus obras.

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha descartado celebrar en Sevilla la próxima gala de entrega de los Premios Max de Teatro, los goya de las artes escénicas, que son retransmitidos por televisión. La institución había anunciado que después de varios años sin sacar de Madrid estos galardones, debido a la crisis, quería organizarlos en el macroauditorio que posee en la isla de la Cartuja, a fin de inaugurarlo y mostrarlo públicamente para atraer a inversores interesados en su compra o explotación. Finalmente, el elevado coste de sacar fuera de la capital esta ceremonia, que superaría con creces los 250.000 euros según fuentes de la entidad, han llevado a la organización a descartar la opción de Sevilla, ya que además de los gastos habituales habría que afrontar el alquiler de los equipos técnicos de los que carece el recinto, el traslado y alojamiento de los invitados y nominados, y el coste del operativo para que TVE transmitiera el acto.

Aunque la decisión la adoptará formalmente el comité organizador de la gala en su próxima reunión, varios directivos de la SGAE ya han manifestado que la posibilidad sevillana es inviable, ya que además el auditorio, cuyas obras concluyeron el pasado año, está vacío y habría que equiparlo y dotarlo de personal sólo para una noche. Aunque la institución propietaria ya contaba con que sería caro trasladar esta ceremonia a Sevilla, confiaba en poder conseguir patrocinadores que colaborasen económicamente, algo que ha sido imposible. «Ninguna empresa de las que hemos tanteado ha querido participar», comentaba ayer un directivo a este periódico. Ante esta situación, la SGAE ni siquiera ha llamado a la puerta de las administraciones sevillanas, que por otro lado tampoco se han interesado por esta gala de los Max.

La sociedad de autores había conseguido ya todos los permisos para poder abrir el teatro el 28 de abril, fecha en la que están previstos estos galardones. De hecho, sólo tenía pendiente una licencia de explotación, que espera que llegue en unas semanas. Una vez que el Consistorio hispalense la conceda, el auditorio, que ha costado más de 70 millones y dispone de 3.500 localidades, podría comenzar a funcionar legalmente.

Esta decisión vuelve a situar a esta infraestructura cultural, una de las más grandes y caras de la ciudad, sin un futuro a la vista.No obstante la SGAE sigue estudiando distintas alternativas, «no sólo la venta», que pasan todas ellas por el uso cultural del teatro y la explotación del resto de dependencias del complejo, que cuenta con restaurantes, aulas o salas de ensayo y grabación.

De hecho, las citadas fuentes confirman que se están manteniendo contactos con varias empresas, también andaluzas, a fin de tratar de abrir el espacio este mismo año con un proyecto «integral» que «redunde en la oferta cultural de Andalucía ySevilla».Lo que tiene claro la SGAE es que sólo el negocio teatral no es suficiente para mantener vivo este espacio, al que se le está buscando una «actividad diaria».

LASGAE lleva más de dos años buscando sin éxito un comprador para este macroauditorio y quería aprovechar la ceremonia de losMax para mostrar la mercancía a los posibles interesados para impulsar su venta. La idea fue del director de la Fundación SGAE, AntonioOnetti, que anunció el pasado octubre en rueda de prensa que quería traer estos galardones aSevilla. Sin embargo, Onetti renunció recientemente a su puesto en la SGAE para encarar otros proyectos profesionales.

Hace dos años desde que la SGAEanunció que ponía a la venta el colosal auditorio que el anterior equipo directivo, capitaneado por Teddy Bautista –que dejó el cargo tras el escándalo de la Operación Saga–, levantó en la Cartuja.

A pesar de que en este tiempo se recibieron varias ofertas de multinacionales dedicadas al entretenimiento, ninguna acabó cristalizando. El motivo principal, el empeoramiento de la situación económica.

Este edificio, bautizado como Arteria Al-Andalus, se inició en 2007 y debió concluirse en 2011, aunque fue terminado en 2013, a falta del equipamiento tecnológico.Se presupuestó inicialmente en 30 millones, aunque finalmente superó los 70. Ese sobrecoste y la caída del mercado inmobiliario ha hecho hasta ahora inviable su venta, ya que esto supondría un perjuicio económico grave para la SGAE, que siempre ha defendido que pese a todo velará por mantener su uso escénico.

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