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La suerte se alía con un Betis B demoledor en la línea de ataque (4-0)

La eficacia ofensiva del Betis B es determinante. Ante un Racing Portuense con capacidad de creación y rapidez en banda, el once de José Luis Mena destruyó las sensaciones iniciales a base de goles. (Foto: Javier Cuesta)

el 14 sep 2009 / 22:58 h.

Goles: 1-0, m. 10: Fran Machado. 2-0, m. 17: Álex Ortiz. 3-0, m. 81: Carlos Valverde. 4-0, m. 92: Rubén.

Betis B: René; Isidoro, Zamora, Pepe, Toni; Fran Machado (Rubén, m. 79), Rodri, Álex Ortiz (Salva, m. 60), Diego Segura (Israel, m. 70); Parra y Carlos Valverde.

Portuense: Wilfred; Óscar Rodríguez, Chico, Sambruno, Álex Cruz; Suárez, Dani Zúñiga; Sergio Narváez, Giovanni, Palacios; y Sanlúcar.

Árbitro: Sánchez Ramos, de Tenerife. Amarilla a los locales Pepe, Álex Ortiz, Fran Machado y Rodri; y a los visitantes Óscar Rodríguez, Suárez, Chico, Álex Cruz y Palacios.

Incidencias: 1.300 espectadores en la Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera.

La eficacia ofensiva del Betis B es, sin duda alguna, determinante en Segunda B. Ante un Racing Portuense con capacidad de creación y rapidez en banda, el once de José Luis Mena destruyó las sensaciones iniciales a base de goles. El cuadro heliopolitano, con un dibujo táctico sorprendente, apagó el ímpetu rojillo gracias a dos tantos tempraneros.

De inicio, Mena dispuso sobre el césped de la Ciudad Deportiva un 4-4-1-1 versátil y con equilibrio defensivo. Álex Ortiz, de perfil destructor, fue el escolta de Rodri en la línea de medios. En los primeros instantes, el Racing Portuense de Carlos Orúe asumió el rol dominador y asedió la meta de René con un juego vertical. Sin embargo, el Betis B logró el 1-0 en su primera aproximación al área de Wilfred.

Un error de medida del central racinguista Sambruno permitió a Fran Machado plantarse en solitario ante el arquero rojilo y batirle de disparo ajustado. Sin apenas tiempo para recomponer líneas y con idéntico panorama, el filial verdiblanco sentenció el pleito. Álex Ortiz, en un intento de despeje y desde 40 metros, envió un potente disparo que impactó en la escuadra del arco de un desquiciado portero rival.

La réplica racinguista la firmó Sergio Narváez, que envió un inocente cabezazo a las manos de un inspirado René. Toni, más discreto que en comparecencias anteriores, apenas se sumó al ataque. Y el Betis B reaccionó gracias a la rapidez de ambos flancos ofensivos. Fran Machado y Diego Segura, que permutaban sus posiciones continuamente, generaron dos ocasiones de peligro antes del asueto. Wilfred, atento, anuló los conatos de gol.

Tras el intermedio, José Luis Mena apostó por la continuidad en el once y en el sistema. Mientras, Carlos Orúe entregó la responsabilidad de dinamitar el ritmo ofensivo a Zurdo -incomprensible fue la no citación de su máxima referencia en ataque, Paulino-. En apenas cinco minutos, Dani Zúñiga y Sergio Narváez pudieron recortar diferencias, aunque sus ansias perecieron en las manos de René.

Y el Betis B regresó al césped gracias a uno de sus pilares, el mediocentro Rodri. Un disparo suyo recordó a Wilfred del potencial ofensivo local. En pleno carrusel de despropósitos de la zaga de cobertura portuense, Valverde no supo culminar una contra de tiralíneas.

Giovanni, sin fortuna, y Sergio Narváez, con inocencia, buscaron sin suerte el 2-1. Se consumían los minutos y el cuadro bético no imprimía más ritmo a su fútbol. Hasta que Mena apostó por el ex emeritense Israel para desarticular al Racing por los costados. Y gracias a una serie de paredes se gestó el 3-0, rubricado por un Carlos Valverde muy activo.

Con el Portuense roto y Rodri como catalizador único de la creación, Rubén consiguió el definitivo 4-0. Excesivo premio para un filial lanzado hacia el gol. Y quizás hacia el play-off.

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