Los restauradores del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) devolverán a la vida una de las joyas del Renacimiento que desde 1679 se hospedaba en la iglesia de Santa María de la Mesa de Utrera. La tabla, de Bernardino Luini, uno de los discípulos de Leonardo da Vinci, será restaurada en un año.
La tabla La Virgen con el Niño, San Sebastián y San Roque -fechada en torno a 1521- llega a las manos de los restauradores en un estado "alarmante", según confesó ayer la consejera de Cultura, Rosa Torres. Ésta advirtió su "mal estado de conservación", tanto en las grietas profundas que tiene la pintura como en su pérdida de color y brillo. Por ese motivo, la tabla salió de la parroquia para recibir una actuación inmediata en los talleres del instituto en el Monasterio de la Cartuja de la capital hispalense.
La urgencia de la restauración, que durará en torno a un año, responde al valor artístico de la pieza en sí, ya que es de las pocas obras que se conserva en Andalucía de Bernardino Luini, uno de los discípulos aventajados de Leonardo da Vinci y cuyos cuadros se alojan en las paredes de pinacotecas como el Museo del Prado de Madrid, el Louvre de París o la National Gallery de Londres.
Los expertos indicaron que la obra está impregnada por la influencia de Leonardo da Vinci, tanto en el modelado refinado de sus figuras como en el juego de luces y sombras. Destacaron que se asemeja en su estilo con otra del mismo autor que hay en la pinacoteca de Brera (Milán) bajo el título Virgen con el Niño, San Antonio Abad y Santa Bárbara y que también está fechada en 1521.
El proceso de intervención en la tabla aún está en estudio, puesto que primero quieren realizar una serie de trabajos previos para comprobar el estado biológico de la obra. Ese proceso, que durará unos 40 días según precisó el director del Centro de Intervención del IAPH, Lorenzo del Campo, dará una idea más exacta de las técnicas que se deberán acometer para su restauración, que se sabrán a partir de septiembre. Seguidamente, se iniciarán los trabajos sobre el lienzo, en los que actuarán unos seis restauradores.
Resaltó también el valor artístico de la tabla, desde que fue redescubierta en 1925 por el célebre historiador de arte Elías Tormo, que la definió como una obra "de primerísimo nivel en España". En ese sentido, precisó que esa misma afirmación fue corroborada científicamente en años posteriores. Tanto es así que "no hay ninguna obra que de forma tan contundente se atribuya a Bernardino Luini en Andalucía".
La consejera de Cultura no dudó en reconocer que este proceso de restauración se trata de uno de los más importantes acometidos por el instituto en sus dos décadas de existencia. La obra, una vez que sea completamente restaurada, será devuelta a la parroquia de Santa María de la Mesa de Utrera.
